El sector forestal se dibuja como uno de los recursos más valiosos de los que dispone el mundo rural en Galicia. Más de 600.000 familias gallegas reciben una importante cantidad económica en concepto de venta de madera, principalmente, de eucalipto. Una especie que ocupa el 17% por ciento de la superficie forestal, pero produce el 60% de la madera que se obtiene cada año en la comunidad autónoma.
“Los montes y superficies arboladas son una fuente innegable de valor para el medio rural por toda la riqueza que son capaces de generar para los territorios rurales en primera instancia, y para toda la sociedad en su conjunto. Desde el oxígeno que respiramos hasta espacios de ocio y recreo, pasando por toda una serie de productos forestales que son indispensables en nuestra vida diaria: alimentos, energía y madera, llamado a ser uno de los materiales del futuro”.
Así lo explican desde Ence, uno de los actores más importantes en este proceso de creación de riqueza y empleo en el medio rural, cuya aportación supera, de hecho, a la de los fondos europeos destinados a las explotaciones ganaderas y agrícolas del rural gallego a través de las dos líneas de fondos de la PAC (FEAGA que, según cifras de 2019, gestionó 177,7 M€ y FEADER, con 158 M€).
Más de 200 millones
Así es: la compañía adquiere madera en Galicia por valor de 200 millones de euros que, en su mayor parte, se reparte entre miles de pequeños propietarios repartidos por todo el territorio rural.
A ello, habría que sumar todas las inversiones realizadas en plantaciones, mantenimiento y limpiezas forestales, a través de los que se emplea a un gran número de pequeñas empresas y trabajadores de Galicia.
Criterio de compra de proximidad
Asimismo, hay que tener en cuenta la incorporación por parte de Ence del criterio de compra de proximidad. Esto implica que las compras locales de productos y servicios en el entorno de su planta de celulosa, inciden nuevamente en multitud de pequeñas empresas proveedoras y de servicios que refuerzan el tejido empresarial de PYMES y autónomos. Si sumamos estas inversiones, la cifra aumenta de forma notable.
Por un rural vivo
Por otra parte, estos fondos de Ence con repercusión directa en el rural, al centrarse en la actividad forestal, y dado el mencionado nivel de socialización de la propiedad forestal gallega, permiten llegar a familias y empresas del rural a los que no llegan los fondos de la PAC, y al mismo tiempo refuerzan las rentas de agricultores y ganaderos que igualmente son propietarios forestales o comuneros en comunidades de montes.
Todo ello contribuye de forma decisiva a una sinergia para mantener un rural vivo y en actividad y fomenta la cohesión económica y social.
Impulso a la bioeconomía, en clave de futuro
A la hora de mirar al futuro, la riqueza forestal de Galicia está llamada a seguir creciendo en valor, dadas las oportunidades que se presentan en base al impulso a la bioeconomía y a la madera como material protagonista.
En este sentido, a partir de esta materia prima, ya se elaboran bioproductos de origen natural, renovables, biodegradables y reciclables, capaces de sustituir en multitud de aplicaciones a los materiales plásticos de origen fósil.
Todos estos factores proporcionan a la sociedad los bienes y servicios que precisa, manteniendo al mismo tiempo el cuidado por el medio ambiente y la contribución económica y social a los territorios del mundo rural.
