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Fernando Abilleira | Subdirector de vuelo de la misión Perseverance en el planeta marte

“El futuro de la humanidad puede depender de Marte"

Lleva 19 años trabajando en la NASA y 17 de ellos dedicado al programa de la exploración de Marte. Ha participado en otras misiones del Planeta Rojo pero la del Perseverance ha sido el mayor de sus éxitos, y de los de la agencia espacial

Abilleira con uno de los rovers "marcianos" NASA

Es nieto de gallegos y, aunque nacido en Madrid, mantiene una estrecha y emocional relación con Galicia:

“Hasta mi adolescencia, pasé todos los veranos en Sanxenxo, de donde era mi abuelo, y de hecho tenía pensado visitar Pontevedra este verano con mi mujer (estadounidense) y mis hijos, pero me temo no podremos ir por culpa del Covid”

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En 2001 recibió del Parks College of Saint Louis University, Missouri, el título de Ingeniero Aerospacial Superior. Empezó su carrera profesional en el NASA Goddard Space Flight Center situado en Greenbelt, Maryland, donde dio soporte de análisis y diseño de misión al James Webb Space Telescope, Hubble Space Telescope, Solar Dynamics Observatory y ST5 entre otros. A principios del 2004 empezó a trabajar en el NASA Jet Propulsion Laboratory situado en Pasadena, California, como Analista de Trayectoria / Ingeniero de Diseño de Misión para la Oficina del Programa de Exploración de Marte.

Fernando Abilleira celebra el éxito dela misión desde la sala de control NASA

–Usted ha participado ya en varias misiones a Marte, entre ellas la del aterrizaje del Curiosity en 2012, todo un hito, pero ¿por qué la propia Nasa considera la del Perseverance como la más importante realizada hasta ahora?

– Pues porque el objetivo científico de la misión del Perseverance es el de investigar si la zona de aterrizaje reúne algunas de las condiciones básicas para que hubiese existido allí algún tipo de vida microbiana, y eso es algo fundamental. En misiones anteriores, lo que se investigó fue si había existido agua en Marte, tras lo cual, una vez que ya estuvo totalmente confirmado, se dio paso a otra fase: la de descubrir si en la superficie se dan las condiciones necesarias para que exista vida. Con el Curiosity se comprobó que el cráter donde “aterrizó” reunía las condiciones para que se pudiera desarrollar vida microbiana, lo cual también está confirmado que fue así hace 3.000 millones de años. De manera que el paso siguiente, este que queremos dar con Perseverance, es el de la búsqueda de vida en sí misma. El rover Perseverance, a diferencia del Curiosity, lleva un instrumental que puede detectar estos tipos de vida, de hecho es el más potente que hemos enviado al Planeta Rojo. Por eso creo que a partir de ahora, si detectásemos esos indicios de vida, podríamos llegar a confirmarlos en su totalidad con evidencias irrefutables. Para ello, necesitaríamos contar con análisis hechos en la Tierra, en nuestros laboratorios de la Nasa, que nos permitan obtener más información, un objetivo en el que también se está trabajando.

Tras siete minutos de terror, la Persevérence se posaba con éxito en Marte

Tras siete minutos de terror, la Persevérence se posaba con éxito en Marte Agencia ATLAS

– Con el Perseverance en Marte, ¿a partir de ahora recibiremos con mayor regularidad noticias sobre el Planeta Rojo?

– Este vehículo va actuar experimentalmente en varios frentes y va a poner a prueba la capacidad tecnológica que tenemos para que, además de en la Tierra, los instrumentos utilizados funcionen también en Marte. Esta experimentación está planeada para las próximas semanas, así que si todo sale bien recibiremos más información, sí, y además sabremos si se podrá utilizar esa tecnología para futuras misiones. Vehículos como éste nos darían acceso a zonas de Marte que, hasta ahora, nos eran inaccesibles. Por otra parte, como en cualquier otra misión científica, antes de publicar un resultado se va a tratar de confirmarlo de todas las maneras posibles. Y hay un aspecto que no quiero dejar pasar por alto: es importante que la gente sepa que esta misión no es solo de la Nasa, sino de la humanidad, y por lo tanto los avances conseguidos serán de todos: de nuestros socios internacionales primero y de la gente en general.

Abilleira, con el cartel en su lugar de trabajo en el puesto de control NASA

– ¿Cuáles son las diferencias entre enviar una nave a Marte y enviarla a la Luna?

– Hoy en día, el diseño de cada vehículo se realiza en base a la misión que va a cumplir. Así, se puede investigar si hay vida pasada, pero también analizar la atmósfera (decisiva para las cuestiones de clima) o la existencia de fuentes energéticas que pudieran servirnos a los humanos en la Tierra. El de la Luna es un caso muy distinto a Marte. Antes citaba el tema del agua o el de búsqueda de rastros de vida, y en eso Marte es mucho más interesante que la Luna porque es uno de los planetas más similares a la Tierra y de él ya sabemos que hace entre 3.000 y 10.000 millones de años allí había ríos, lagos y océanos; de hecho, en la actualidad tenemos evidencia de ello. Yo no soy científico, sino ingeniero, pero entiendo perfectamente por qué los científicos están entusiasmados con Perseverance. Y una cosa más: en Marte existen grandes cantidades de agua bajo la superficie, agua congelada, y también mezclada con bióxido de carbono congelado. Esto es muy interesante porque, en la Tierra, el agua es la fuente de la vida.

  • Entre 6 y 12 meses

    Tiempo que tarda en llegar a Marte una nave enviada desde la Tierra. Todo depende del peso, del instrumental tecnológico y del objetivo de la misión

– ¿Sería factible entonces que en un futuro pudiera habitar Marte una colonia de humanos?

– Eso lo veo un tanto complicado, aunque lo que sí es cierto es que Marte tiene el campo magnético más parecido al de la Tierra. Para que pudiesen vivir humanos allí, tendríamos que contruir módulos e invernaderos y algún tipo de escudo para protegernos de la radiación. Pero el tema del agua y el del oxígeno te abre una nueva dimensión en la que, a lo mejor, una misión tripulada a Planeta Rojo sí que es perfectamente factible en un futuro cercano.

Abilleira con uno de los rovers de la NASA

– Lo de que sea difícil instalarse en Marte igual desencanta a algunos,pero es que ahora mismo las investigaciones no tienen esa prioridad.

–Exactamente. Averiguar si Marte es habitable o no es una cuestión lateral. Lo verdaderamente interesante ahora mismo es lo que atañe al oxígeno y al agua que, además de fuente de vida, también puede servir de combustible. Creo que, en ese senido, el futuro de la Tierra, o a menos parte de él, pudiera depender de Marte.

  • 23.000 millones de dolares

    Presupuesto total de la NASA que, sin embargo, genera 60.000 millones de dólares de retorno. El coste de la Misión Perseverance ha sido de 3.300 millones de dólares

– Está bien que diga estas cosas, porque no falta quien piense que lo que se gasta la Nasa podría invertirse en solucionar algunos problemas de la Tierra, que son muchos: ahí esta el cambio climático en el horizonte, por ejemplo.

–Me encanta hablar de este asunto porque, mira, el presupuesto de la Nasa es de 23.000 millones de dólares, que dicho así es mucho dinero, pero representa solo un 0,5% del total del presupuesto federal de Estados Unidos. Más allá de eso, por los estudios económicos que se han realizado en EEUU, sabemos que de esos 23.000 millones, la inversión en la Nasa ha generado más de 60.000 millones de dólares. Es decir, que por cada dólar que se invierte en la Nasa, se han obtenido 3 dólares de retorno.

El del Perseverance es el primer aterrizaje grabado en vídeo de la historia

El del Perseverance es el primer aterrizaje grabado en vídeo de la historia Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: NASA

Además, cuando hablamos de un proyecto de la magnitude del Perseverance (que ha costado 2.300 millones de dólares)es muy importante reseñar que esos 2.300 millones no es que se hayan ido a Marte, sino que se han invertido en ingenieros, en científicos, en analistas de muchas disciplinas distintas, y eso hace que también tenga impacto en la Economía, ya que muchas de las tecnologías de Nasa ya tienen su aplicación directa en el día a día: desde los dispositivos bucales a los auditivos, desde la fórmula de la leche de beber a las máquinas para realizar resonancias, desde las cámaras de los teléfonos móviles (que la Nasa ya desarrolló en los años 60 del siglo pasado) hasta las tecnologías de vuelo de los aviones comerciales para ahorrar combustible...¡Hasta la palabra pixel, hoy tan usada, tiene su origen en nuestra tecnología.Y es que de lo que hace la Nasa nos beneficiamos todos. Y yo pienso que es pero que muy bueno que la gente sepa esto.

–Usted es autor de una tesis en la que preveía que en 2018 se podría enviar una nave tripulada. Temo que vamos a llegar un poco más tarde pero ¿tendría usted inconveniente en formar parte de esa tripulación?

– En primer lugar tengo que decir que la Nasa no enviaría una misión tripulada a Marte si no tuviese una gran seguridad de que iba a tener éxito. Pero yo siempre he sentido que mi función es estar aquí,y que conste que me encantaría ver en persona el Planeta Rojo, pero no: creo que no iría porque yo no soy astronauta y mi trabajo es el del que hay que realizar desde la Tierra, no en órbita.

Primera imagen enviada por el "Perseverance" tras aterrizar con éxito sobre la superficie de Marte

–Desde la vanguardia de la investigación espacial, ¿qué opina usted cuando lee o escucha hablar de los viajes a Marte que planean ciertos millonarios o de aquella iniciativa tan de moda que buscaba voluntarios para irse a vivir al Planeta Rojo?

– (risas) Bueno, a mí me gusta que el tema de Marte salga a la luz, que se hable de él, aunque sea con este tipo de noticias. Eso demuestra que hay interés y se nota el por qué de ese interés, pero desde el punto de vista técnico debo ser un poquito escéptico porque, y te voy a dar un dato, la Nasa es la única agencia espacial del mundo que ha conseguido aterrizar con éxito vehículos en Marte. El Perseverance es el noveno, pero es que también ha habido fracasos y de ellos se ha aprendido. No, no es sencillo siquiera llegar hasta allí (hoy en día, se tarda en llegar entre 6 y 12 meses). Así que cuando se habla de estas cosas, que además dicen que van a organizar compañías que ni siquiera han logrado llegar Marte, hablar de aterrizar con una nave tripulada es cuando poco discutible. De hecho, ahora mismo, con la tecnología de la que disponemos aún es imposile crear un habitáculo donde pudieran estar los astronautas.

– Terminada la Misión Perseverance, está usted disfrutando de un merecido descanso. Pero le quedará trabajo por delante.

– Para mi futuro profesional, me gustaría centrarme en el desafío de enviar una nave tripulada a Marte, pero para eso queda un camino por recorrer

. Así que me dedicaré a los próximos proyectos de la agencia. La Nasa ya está planificando enviar sendas misiones al Planeta Rojo en 2026 y 2028. La primera consistirá básicamente en un orbitador que entraría en órbita marciana y serviría para transmitir información. Y la segunda, relacionada con la anterior, es la instalación de una plataforma provista de dos vehículos cuya función será recoger las muestras del Perseverance y llevarlas a la plataforma, donde se introducirían en un cohete, de tal forma que el orbitador antes citado captaría esas muestras y las traería a la Tierra, lo cual, como dije antes, resulta fundamental para realizar determinados análisis de los descubrimientos que se vayan haciendo. Ya sé que esto suena a ciencia ficción y, en verdad, es un desafío técnico muy complicado, pero felizmente para todos, ya factible.

De remar con el abuelo en Sanxenxo a mirar al cielo desde la NASA

En la memoria de Fernando Abilleira permanecen, claras y entrañables, las travesías que realizaba con su abuelo, que era pescador, a bordo de una barquita a remos por el mar de Sanxenxo. En aquella época, no podía sospechar que su futuro estaba más en el cielo (en el espacio sideral) que en el mar, pero los acontecimientos se precipitaron cuando sus padres lo llevaron a visitar la estación de la Nasa en Robledo, Madrid: “Debería tener yo unos seis o siete años de edad -recuerda- y me quedé impresionado con todo, hasta con las enormes banderas que había en las instalaciones. A raíz de aquella visita, me empezó a llamar mucho el tema del espacio, de la aeronáutica”. Conscientes de ello, sus padres (que no tenían nada que ver con el mundo con el que su hijo soñaba) lo acompañaron al aeropuerto de Barajas (actual Adolfo Suárez) para presenciar el vuelo del primer avión supersónico:

“Sí, estuvimos muy cerca de donde aterrizaba un Concorde y fue fascinante”.

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Ahora lo que desea es visitar Sanxenso (¡que lo del Covid se acabe, por favor!) para enseñarla la casa de sus abuelos a su mujer, Sarah, y a sus hijos Owen, Ethan y Logan. Nos olvidamos de preguntárselo, pero cuando lleguen a esta villa marinera, nada nos extrañaría que fuese Fernando el que reme, en lugar de su abuelo, y que sus hijos constituyan el pasaje.

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