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¿'El Señor de los Anillos' en Galicia?

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El misterioso hallazgo de los anillos que atribuyen a los obispos santos de San Estevo. Brais Lorenzo

Cuando el pasado mes de diciembre se hacía público el hallazgo de los que, posiblemente, sean cuatro de lo nueve anillos de la leyenda de los Santos Obispos de Santo Estevo de Ribas de Sil -investigares del CSIC continúan analizándolos- no faltaron medios de comunicación que, jugando con el libro El Señor de los Anillos, “vendieron” la noticia con titulares como “Los Señores de los Anillos Españoles”, proponiendo una lúdica relación entre la leyenda inventada (?) por el escritor John Ronald Reue Tolkien (Suráfrica, 1892-Inglaterra,1973) y la de los obispos gallegos (ésta, parece ser que convertida en historia cierta, salvo que los científicos demuestren en lo contrario ).

En efecto, causa sensación que el número de anillos sea coincidente en ambos casos, y por supuesto sus poderes mágicos, pero hasta ahí llegaron las relaciones. Sin embargo, hay pistas (repito, solo pistas) que pudieran alimentar la relación de Tolkien con esta leyenda gallega.

Una de ellas radica en el hecho de que, entre la biblioteca privada del autor, figuraba un ejemplar de un Diccionario de Galego Castelán,noticia revelada coincidiendo con el estreno de la trilogía de los anillos llevada al cine. Este diccionario, que hogaño forma parte de los fondos de la Biblioteca Central de la Universidad de Oxford, había sido elaborado por el galleguista Leandro Carré Alvarellos (A Coruña. 1888-1976) y editado en dos tomos, en 1928 y 1931, “una década antes -escribe la periodista herculina Ana Rodríguez- de que Tolkien escribiese El Señor de los Anillos (1937-1949)”.

Hallazgo de cuatro anillos que podrían atribuirse a obispos santos de San Estevo

¿Se conocieron, en persona, Carré y Tolkien? Semeja temporalmente posible, pues eran coetáneos, pero poco probable. Lo que sí es cierto es que el escritor británico era un hombre apasionado por las lenguas y las leyendas antiguas y que en ellas se basó (o se inspiró) para inventar el mundo en el que acontecen las aventuras narradas en El Señor de los Anillos, sí, pero también en otros libros como El Hobbit, ya publicado en 1937, seis años después del segundo tomo del Diccionario. Cierto es que de todo esto colegimos que Tolkien era conocedor de Galicia como “nación celta” pero es que, además, de probarse o no que hubo relación entre Carré y Tolkien, o al menos de que éste tuvo conocimiento de la obra del coruñés, debemos reseñar que Carré era un devoto de las leyendas tradicionales gallegas, lo cual plasmó en dos libros antológicos (uno en gallego y otro, póstumo, en castellano), así como en títulos como O home que deu vida a un morto (1926) o Contos de pantasmas (1972), así como la pieza teatral Almas en pena (1957).

En cuanto a los anillos mágicos, María Oruña, autora de El bosque de los cuatro vientos/O souto dos catro ventos, nos cuenta que la leyenda sitúa su origen entre los siglos X y XI “cuando -refiere- nueve obispos, posiblemente escapando de invasiones musulmanas, se retiran a Santo Estevo, que entonces era un lugar modesto y con eremitas en los alrededores. Estos obispos renunciaron a su cargo y se convierten en monjes, adoptando una vida de austeridad. El primero fue el obispo Ansurio, en el año 922. Después, Vimarasio, Gonzalo, Froalengo, Servando, Viliulfo, Pelayo, Alfonso y Pedro”. De las propiedades mágicas/sanatorias de los anillos, se da cuenta en un documento del año 1220 del rey Alfonso IX en que se lee: “Doy y concedo al monasterio de Santo Estevo, y de los nueve obispos que allí están enterrados, por quienes Dios hace infinitos milagros, todo lo que pertenece y debe pertenecer al derecho real en todo el coto del monasterrio citado”. En 1662, según relata la escritora viguesa, el abad llamó a un notario para que recogiese testimonios de los milagros que obraban las reliquias y, así, en el acta notarial testifica, textualmente: “Año 1594… niña ciega de nacimiento, ahijada de Bautista, maestro que hacía el retablo… recupera de forma íntegra la visión. Pedro Rodríguez… tullido con un año en cama recupera la movilidad. Juan Carballo y Pedro Algueira, que sanaron de asombramiento y pasmo, tras quince días sin habla… Doncella Polonia del Prado, sanó de calenturas muy peligrosas… Alonso Carballo, que estaba para morir con hinchazón muy grande en la garganta, sanó tras tocar los anillos...” entre otros milagros.

María Oruña, con su novela “El bosque de los cuatro vientos”

Por su parte, los anillos de Tolkien (más en concreto los que él denomina Anillos de los Hombres ) fueron “ideados por Sauron para corromper a los Hombres y dominarlos a su merced (...) y entregados a nueve reyes. Los Nueve le dieron a sus portadores poderosas habilidades mágicas y les dio la habilidad de influir en la voluntad de las personas (...) Para los hombres, esos efectos podrían ser especiales ya que los anillos les daban una vida más larga de lo habitual”.

A partir de aquí, que los lectores extraigan sus conclusiones. Tal vez estas líneas también beban de la literatura fantástica pero, en cualquier caso, han podido servir para pasar un buen rato leyendo...o dudando.

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