Gallegos a la vanguardia

“La publicidad puede cambiar tabúes y formas de pensar”

El limiano Oswaldo Rodríguez es director de arte en la sede mexicana de la agencia Wieden + Kennedy, la décima de su red internacional y la primera en un mercado de habla hispana

El limiano Oswaldo Rodríguez, en Ciudad de México, donde trabaja como director de arte en la agencia Wieden + Kennedy.

El limiano Oswaldo Rodríguez, en Ciudad de México, donde trabaja como director de arte en la agencia Wieden + Kennedy. / Cedida

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Trabaja como director de arte en una prestigiosa agencia de publicidad internacional, uno de sus cofundadores es el responsable del mítico ‘Just do it’ de Nike, y en un país que desborda creatividad. Oswaldo Rodríguez María (Xinzo de Limia, 1997) se incorporó recientemente a la nueva sucursal de Wieden + Kennedy en Ciudad de México, la décima de su red internacional y la primera en un mercado de habla hispana, tras un año intenso de prácticas que le llevaron a Buenos Aires, Miami, Milán y Nueva York y le permitieron participar en campañas para Heineken global, Barilla o Ebay.

Disfrutó de este periplo durante el segundo año del máster en Dirección de Arte de la Miami Ad School de México, que cursó tras acabar Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Vigo: “Lo aproveché al máximo y fue increíble conocer la forma de trabajar en diferentes partes del mundo y a directores de arte que eran ídolos para mí. Cuando estaba en la agencia Founders de Miami participé en la campaña ‘We love NYC’, que después pude ver hecha realidad. El primer día que llegué me fui a Times Square y allí estaba lo que había hecho en el ordenador, ¡guau!”.

La Gran Manzana era su objetivo, pero cuando viajó a México para renovar la visa tras acabar el máster en octubre recibió una oferta irrechazable de Wieden + Kennedy, que había abierto su oficina a principios de año. La agencia, que está presente en ciudades como Portland, Nueva York, Londres, Shanghái o Delhi, trabaja para grandes firmas como McDonald’s, Ford, Samsung o Facebook y cuenta con una plantilla de 1.500 profesionales por todo el mundo.

“Con México también tenía un enamoramiento muy grande y siempre estuvo muy presente. Ha sido el país que más me ha marcado por la magia que tiene y por cómo te acoge la gente. Es muy especial. Nueva York sigue estando ahí, pero tenía que aprovechar esta oportunidad al máximo. Me incorporé en marzo a la agencia y ahora mismo estamos trabajando para Nike, Aeroméxico y la marca de cerveza mexicana Victoria. Y la verdad es que estoy muy contento”, celebra.

Dice Oswaldo que siempre ha sido “una persona que duda de todo”, hasta de la camiseta que quiere vestir cada día. Pero siempre tuvo clarísimo que quería estudiar Publicidad: “De hecho, esperé un año para entrar porque era lo que quería. Y fue la mejor decisión”.

Después, aconsejado por una amiga, aterrizó en México para cursar el máster: “Fue una locura y no sabía adónde venía. Desde la ventanita del avión veía la ciudad y pensaba dónde me estaba metiendo. Llegas asustado porque es un país enorme y lleno de ruido y estímulos por todas partes, pero ahí está también su magia. Sentirme chiquito en una ciudad tan grande me hizo crecer muchísimo. Te ves una hormiguita y eso te lleva a buscarte la vida y a ser humilde. Me sentí en casa desde el principio y por eso decidí venirme otra vez”.

Y además ha regresado con la maleta repleta de experiencias profesionales y vitales tras un intenso año de prácticas. “Viajar y conocer cómo se trabaja en otros lugares también te hace crecer muchísimo. Creo que la diferencia está más ahí que en el público, que siento que es más igual”, reflexiona.

Para el joven ourensano, su oficio no consiste “solamente en hacer avanzar un coche por el desierto”. “A mí lo que me encanta es hacer ideas. La publicidad puede cambiar tabúes y formas de pensar. Eso es lo que también me gusta hacer a mí y así puedo devolver a México algo de lo mucho que me ha dado. Hay marcas a las que les cuesta dar ese paso arriesgado, pero siento que la parte linda son esas campañas sociales que intentan cambiar el mundo y las desigualdades”, sostiene.

Oswaldo Rodríguez, en Nueva York.

Oswaldo Rodríguez, en Nueva York. / Cedida

Por eso le gusta trabajar con grandes marcas que tienen capacidad para lograrlo. “Si tú tienes una idea para hacer algo que cambie el mundo, ellas disponen del dinero para hacerlo. Siempre tienes que vencer la mentalidad del alto cargo que ponen enfrente del creativo, pero ese diálogo para conseguir tu objetivo también es interesante. Y, por otro lado, trabajar con marcas pequeñas es estimulante porque les ayudas a crecer y ahí está la verdadera creatividad”, sostiene.

Una inventiva que, por otra parte, se respira en el ambiente. “Para mí, México tiene la creatividad más grande del mundo y no solo a nivel profesional. La falta de recursos no frena a las personas, sino todo lo contrario, y cada día te sorprendes. Es un país lleno de color, de celebraciones, de una comida increíble... A partir de una cerveza hacen una michelada a la que le echan de todo. Eso es pura creatividad”, comenta divertido.

Ha viajado por medio mundo, pero hasta ahora su única campaña como director de arte en España fue su trabajo final de grado, que consistió en un escaparate virtual para las tiendas de su localidad natal durante la pandemia. “Ahora mismo estoy superfeliz aquí y no me plantearía volver. Pero me gustaría hacer una campaña en España y aportar mi granito de arena, obvio”, reconoce. Y procediendo del triángulo mágico ourensano, sus preferencias están bien claras: “Volví después de casi cinco años y lo disfruté muchísimo. Me encantó recuperar ese sentimiento. Creo que es mi sueño hacer una campaña para el Entroido de Xinzo”. Pues ahí queda.

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