Todo el guion del torneo parecía preparado para que Inglaterra lograra en casa su primera corona continental. Nadie quería perderse un día con aroma de histórico, incluidos los aficionados ingleses que intentaron colarse sin entradas en Wembley. Todo pintaba muy bien para los anfitriones cuando a los dos minutos ya ganaban, después de que Shaw lograr el gol más rápido de todas las finales de Eurocopa. Pero la Eurocopa de las prórrogas (8 de 15 posibles) no se iba a decidir en los primeros 90 minutos. Y el destino quiso que Southgate, que si quería exorcizar su penalti fallado en el viejo Wembley la Eurocopa-96, sufriera en la tanda de penaltis un Wembleyazo. De la misma manera que Messi y Argentina había asaltado Maracaná 19 horas antes, Mancini y compañía asaltaron el otro gran templo del fútbol.

Tom Cruise y David Beckham esperaban una película muy diferente y de final deliz cuando chocaron puños con el tempranero tanto de Shaw. Desde el palco vieron como Sterling se montaba una película intentando hacer un remake del piscinazo que decidió la semifinal contra Dinamarca. Pero segundas partes nunca fueron buenas. No solo para Sterling sino para su selección, a la que le empezaban a temblarle las piernas en la segunda mitad. Italia tardó media hora en llegar en la final pero a la que Bonucci logró derribar el muro de Pickford la sombra del Wembleyazo se empezó a proyectar con fuerza.

Pero el vértigo empezó a asomar en el último cuarto de hora del juego reglamentario, donde lo más interesante fueron los esláloms de un espontáneo, que fintó a los agentes de seguridad con arte de extremo. Conforme caían los minutos de la prórroga, el fantasma de la la fatídica tanda de la Eurocop 96 debió de cruzarse por la mente de Southgate y de muchos de los fans ingleses.

Pensando en los once metros, el seleccionador inglés metió a Marcus Rashford y Jadon Sancho en el último minuto de la prórroga Southgate levantaba el puño al ver como Kane y Maguire metían los dos primeros y celebró con pasión la parada de Pickford de Belotti. Pero debió maldecir la decisión de dar entrada a Rashford ySancho después de ver que ambos marraban sus penaltis. Italia le dio una vida extra, pero Donnaruma detuvo del último de Saka, alargando la pena máxima de Southgate.

Tras la tanda el seleccionador inglés juntaba su cabeza con la de Jadon Sancho, contándole seguramente que sabía como sentí. Su tristeza contrastaba con la euforia de un Mancini, que se abrazaba con Donnaruma, MVP del torneo.

Donarumma, mejor jugador del campeonato

El portero italiano Gianluigi Donnarumma fue elegido mejor jugador de la Eurocopa 2020, que coronó a la selección transalpina por segunda vez en su historia tras vencer en la final disputada en el estadio de Wembley de Londres a Inglaterra.El portero que ha terminado su contrato con el Milan y cuyo destino apunta al París Saint Germain, fue clave en el éxito de Italia. Detuvo dos lanzamientos en la tanda definitiva. A Jadon Sancho, el cuarto, y a Bukayo Saka, el quinto. Donnarumma, de 22 años, ha tenido un papel fundamental para Italia en la consecución del éxito. Ha encajado cuatro goles en los siete partidos que ha jugado.Ninguno en los tres partidos de la fase de grupos, uno contra Austria en octavos, otro contra Bélgica en cuartos, uno ante España en semifinales y uno frente Inglaterra en la final.