“No deja de sorprenderme de manera positiva cómo a nuestros alumnos les cuesta entender las circunstancias machistas que pueden observar en nuestra sociedad. Te miran perplejos y te preguntan: «Pero profe, ¿cómo puede cobrar una mujer un sueldo inferior al de un hombre si hacen el mismo trabajo? Eso no es justo»”.

Menos de un párrafo le basta a Amaya López, profesora de Lingua de los alumnos de 6º de Primaria del colegio O Castro, para ilustrar cuánto tenemos que aprender a veces los mayores de los más pequeños de la casa.

La clase ha sido una de las primeras en participar en el taller ‘A Cidade Violeta’, la iniciativa con la que FARO da Escola quiere apoyar a los centros de la ciudad en su apuesta por la educación en igualdad y la lucha contra la violencia de género y hacerlo, además, fomentando habilidades tan importantes para el desarrollo del alumnado como el trabajo en equipo.

Un taller dirigido por el conocido creador y escritor gallego Anxo Fariña, en el que los alumnos han disfrutado creando su propia ciudad en forma de libro.

Así y según han relatado ellos mismos a FARO, han aprendido nuevas técnicas para dibujar y reflexionado sobre la igualdad de forma creativa. Todo ello de la mano de una gran aliada: una pintura especial que se devela bajo la luz ultravioleta y con la que han ido plasmando mensajes y escenas propios de una ciudad sin violencia de género en sus trabajos.

Ellos lo tienen claro: “Uno ha de poder hacer lo que quiera, solo si lo desea”

“A mí me ha parecido muy interesante el taller porque hemos aprendido nuevas cosas sobre manualidades y también sobre la igualdad: todos tendríamos que tener los mismos derechos seamos hombres o mujeres”, explica así una de las alumnas participantes en el taller para dejar paso a otra de sus compañeras, que también lo tiene claro: “Yo pienso que el taller ha estado muy bien, he aprendido nuevas técnicas para dibujar y la verdad es que lo que más más me ha gustado es la idea de que una persona puede hacer lo que quiera, solo mientras lo desee”.

“Nos esforzamos por concienciarles desde pequeñitos para crear un ambiente de convivencia basado en el respeto, la igualdad, la generosidad y la empatía, les aportamos referentes femeninos y aplaudimos satisfechos cuando nos comentan, orgullosos, todas las tareas que ayudan a hacer en casa. Creo que hemos plantado una semilla que comienza a dar sus frutos”, se despide, por su parte, la profe.