Ver más galerías relacionadas
Manuel Méndez
Ver galería >O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
M. Méndez
O Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasO Grove, hoy ya con 53 vecinos contagiados por COVID (siete más que ayer), es uno de los municipios gallegos en mayores dificultades. Cuando afrontaba su particular y esperanzadora desescalada, esta localidad arousana vuelve a estar perimetralmente cerrada, al igual que su hostelería; uno de sus motores económicos. Los mecos tratan de salir adelante, aunque en sus caras y sus reflexiones se aprecia tanta decepción como preocupación. Estas imágenes, tomadas hoy, constituyen el día a día de un pueblo que trata de sobreponerse.