La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La hostelería de Pontevedra, con el vaso medio lleno
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.
La mitad de la hostelería, según estimaciones del sector, optó ayer por abrir sus puertas en el primer día de la desescalada, una jornada de estrés y también de alivio para muchos propietarios que reconocen que “ya no aguantaba un día más en casa”. Para los clientes, la jornada fue de alegría y reencuentro.