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El COVID rompe la tendencia: la Xunta tutela menos adultos

Una cuidadora con una persona dependiente en Santiago.

La pandemia de COVID-19 cambió radicalmente la tendencia alcista de las tutelas de adultos en manos de la Xunta, que habían experimentado un constante crecimiento hasta la aparición del virus. El estado de alarma, el confinamiento y el frenazo en la actividad judicial causaron ese giro en la dinámica, pues es imprescindible la luz verde de un juez para que la administración asuma el cuidado de un mayor de edad y/o la gestión de sus bienes por incapacidad. Ante el parón burocrático, los juzgados solo tramitaron los casos más urgentes, vinculados a casos de adicciones a alcohol y/o otras drogas. Además, se produjo un aumento de mortalidad especialmente virulento en las residencias de mayores. Por ello, las tutelas de adultos descendieron casi un 15% hasta situarse en 3.304.

El envejecimiento de la población gallega y el incremento de enfermedades mentales asociadas a la edad han ido incrementando con el paso de los años las tutelas de adultos gestionadas por la Fundación Galega para a Tutela de Persoas Adultas (Funga), que en 1997 asumió la supervisión de apenas 53. En 2019 fueron 3.850, cantidad que disminuyó a consecuencia de la pandemia en 546 casos, según la Consellería de Política Social, de la que depende ese organismo.

“Se produjeron bajas por fallecimientos, es verdad, pero este descenso en el número de casos se debe al estado de alarma y al confinamiento. Desde la segunda quincena de marzo hasta finales de julio, solo nos llegaron los casos más urgentes, vinculados habitualmente con adicciones. Se produjo un gran frenazo en la aprobación de los expedientes de incapacidad en los juzgados”, explica Juan José Couce, director de la Funga.

En los últimos años, los casos vinculados a alcohol y drogas rondan el 20% de tutelas, porcentaje que durante esos meses se disparó al 90%. “En cuatro meses, prácticamente todo lo que nos llegó estaba vinculado a esas situaciones”, añade.

Vuelta a la normalidad

El avance en la vacunación ha generado un descenso considerable en la incidencia del COVID-19, hasta el punto de que en los últimos días 206 de los 313 concellos de Galicia no registraron nuevos contagios. Los juzgados también han recuperado poco a poco el ritmo de trabajo habitual. “Durante los cinco primeros meses del año, hemos visto que la tendencia semanal se ha situado de nuevo en la media histórica e incluso algo por encima, con entre un 4 y un 5% más”, avanza Couce, que considera normalizada la situación.

De hecho, sus expectativas pasan por que se incrementen de nuevo las tutelas de adultos a lo largo de lo que resta del ejercicio.

“La previsión actual es que la tendencia [de incremento] se mantenga en los próximos años. La base fundamental es el progresivo envejecimiento de la población gallega así como el incremento del número de personas diagnosticadas de enfermedades mentales”, estima Política Social en las cuentas de 2021. “A esas circunstancias cabe añadir también un elevado número de personas afectadas por diversas patologías relacionadas con el consumo de drogas o el abuso del alcohol. Todo esto, acompañado del desarraigo familiar existente en nuestra sociedad en relación con este sector de la población, motivado en muchos casos por las dificultades que les entraña a las familias la atención de las personas con este tipo de padecimientos”, acota.

Las últimas cifras de Política Social muestran 2.000 tutelas completas; 416 curatelas, que tienen un carácter más limitado; 488 defensas judiciales (la administración asume esa tarea en lugar de un adulto por su incapacidad), 47 gestión de bienes y 84 casos de pretutelas, expedientes pendientes de confirmación judicial mediante sentencia firme. El resto corresponden a adultos que recuperaron su autonomía al suspenderse su incapacidad o a fallecidos.

Para asumir todas estas tareas, la Funga cuenta con una plantilla de 25 trabajadores, a los que se sumarán “próximamente” otros dos, según la respuesta del departamento de Fabiola García al BNG. “El actual plantel permite que no quede sin cubrir ninguna de las responsabilidades que le son propias a la Funga”, añade la consellería.

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