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Carmen Fernández Morante Presidenta de la Conferencia de Decanos de Educación

“La oferta de plazas en los campus para formar docentes es desmesurada”

Carmen Fernández Morante FdV

Cada año, casi 1.200 estudiantes salen de alguna de las seis facultades de Ciencias de la Educación repartidas por seis campus de la comunidad gallega con un título de Maestro en Educación Infantil o en Educación Primaria bajo el brazo. A ellos se les sumarían los alrededor de 750 graduados en carreras no vinculadas a la educación que buscan opositar a un puesto de profesor en un instituto y que deben pasar por el Máster de Secundaria, también ofertado en las tres universidades gallegas. Y todas estas titulaciones podrían llenar más aulas todavía si se tuviesen en cuenta las listas de espera: solo en los másteres, las vacantes apenas cubren un tercio de aspirantes. No obstante, el camino es ir a menos. Así lo defiende la Conferencia de Decanos de la Educación de España, presidida por la responsable de la facultad de Santiago, Carmen Fernández Morante, quien cuestiona una oferta “desmesurada”. Reducirla es una de las tareas pendiente de la gran reforma del Gobierno para la profesión docente que debería estar lista en 2022.

“A inicios de 2022 el Gobierno planteará las líneas maestras de la reforma, no algo cerrado”

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–La Conferencia de Decanos de Educación lleva años con las ideas claras para reformar el acceso y la profesión docente. En teoría, el Gobierno central debería tener lista su propuesta en enero. ¿Qué esperan de ella?

–La Lomloe compromete al Ministerio a presentar una reforma de la profesión docente desde la formación inicial hasta la carrera en un año desde su entrada en vigor. Este año Ministerio y comunidades se han centrado en los decretos de los contenidos curriculares y esta reforma quedó en cartera. A nosotros nos preocupan los tiempos: cualquier reforma, ya solo de la formación inicial, es un proceso largo y muy complejo. Desde hace mes y medio la Conferencia y el Ministerio han establecido una dinámica y cada quince días nos reunimos. Lo que nos ha planteado el Ministerio es que lo que presentarán en enero o febrero no será una reforma ya ultimada, completa o cerrada, sino un documento de líneas maestras para la reforma de los planes de estudio de Magisterio y Máster de Secundaria –formación inicial–, del sistema de acceso y oposición –el período de inducción, algunos hablan de MIR– y de carrera.

–Si cambia lo que se enseña y cómo se enseña, la formación también debería, ¿no?   

–En relación a lo que es competencia de las universidades, la formación inicial, pedimos que nos presentara las líneas maestras de la reforma curricular, porque, si cambia el modelo de enseñanza, la formación inicial también. Hay elementos nuevos que cobran un peso fundamental que debemos tener presentes, como las competencias clave, nuevas necesidades que tienen que ver con la digitalización, con la educación afectivo-sexual o la educación para la convivencia, y además están la evaluación formativa (continua) o las metodologías de enseñanza activas, colaborativas. Son pilares de la transformación que se espera del sistema educativo. Por tanto, tendremos que enfatizar esos elementos, y no solo porque estén en la reforma, sino porque son claves de los modelos de vanguardia en educación que necesitamos.

–Y para acceder a esa educación, ustedes proponen una reforma del sistema de acceso a las titulaciones.  

–Otro elemento importante en el que hay un acuerdo clarísimo sobre la formación inicial es que hay que modificar, actualizar, racionalizar el acceso del futuro docente al Máster de Secundaria y a los dos grados de Magisterio. Hay un acuerdo clarísimo en que la oferta de plazas es desmesurada en nuestro país.

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Cada año hay más de 20.000 egresados del Máster de Secundaria y alrededor de 40.000 de los grados de Infantil y Primaria y esto no se sostiene, porque en las ofertas de empleo, en los mejores años, hablamos de 12.000 plazas. Lo que está claro es que no va a haber 60.000 plazas de oferta público de empleo cada año. La oferta de plazas hay que revisarla, regularla y poner un poco de racionalidad en todo esto.

“¿Cómo es posible que un médico no se pueda formar virtualmente, pero un maestro sí?”

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–La queja ya la había planteado la CRUE en su informe “La universidad en cifras en 2018”, pero Galicia no era de las más exageradas en ese desajuste entre oferta y demanda.   

–Hablamos de racionalizar para que los futuros egresados tengan un escenario de acceso al trabajo más garantista y para que la formación permita trabajar de forma más individualizada. Todo el mundo sabe que en los últimos años la formación del profesorado se ha convertido en un negocio, sobre todo en algunas ofertas que son absolutamente mercantiles, online. Nos preguntamos habitualmente cómo es posible que un médico no se pueda formar virtualmente, pero un maestro o un profesor de secundaria, sí. No tiene ningún sentido.

“Hay que poner una prueba de acceso que valore más que el expediente académico”

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Esta cuestión hay que abordarla y creo que hay un acuerdo, incluso social, en que hay que reducir plazas y poner en marcha en los centros de formación del profesorado una prueba de acceso que valore más que el expediente académico.

–Pero en los últimos años las carreras de Educación han ganado en prestigio. Se percibe precisamente en cómo han crecido las notas de acceso.   

–La nota es muy importante. El nivel de conocimiento cultural básico y las habilidades académicas son muy importantes, sin duda. Para nosotros, un buen expediente es deseable y está muy bien, pero no garantiza que el candidato vaya a ser un buen maestro. Hay otros elementos que también hay que valorar. Probablemente, si hay un perfil en el que un expediente notable se complemente con un compromiso clarísimo y vocacional por apostar por estos títulos y con unas habilidades comunicativas sensacionales, ese perfil lo queremos. Si encima tiene un expediente brillante... El expediente académico sí se valora, pero hay que valorar también elementos, como habilidades transversales, que son necesarios en la profesión, y también razones vocacionales de elección de carrera. 

–¿Y eso cómo se valora? 

–Podría ser con una entrevista o un comentario de texto, como hacen en Finlandia. Creo que los decanos estaríamos de acuerdo en una prueba de acceso en las facultades común, acordada entre todos. También para el Máster de Secundaria. Hablamos de algo serio: quien se va a dedicar a formar a los niños y jóvenes deben tener la mejor formación posible y las mejores aptitudes.

–Advertía usted, con todo, del riesgo de caer en el extremo contrario y de que puedan faltar profesionales, como en Medicina.

–Alinear la oferta y la demanda supone un compromiso de todas las administraciones. En el caso de las autonómicas deben hacer análisis prospectivos de necesidades. Debe haber un plan serio de análisis de cómo va envejeciendo la plantilla y de necesidades que pueden ser estratégicas, como puede ser ahora Infantil tras el anuncio de 65.000 nuevas plazas del Gobierno para todo el país. Tiene que haber una planificación seria y las OPEs no pueden responder a criterios políticos, si hay elecciones o dinero, sino que tiene que haber un compromiso serio.

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–Los docentes se quejan de las ratios. A menores ratios, más puestos.

–Sí, pero creo que las salidas laborales hoy en día vienen más de las jubilaciones. La previsión de jubilaciones en España es brutal. Las ratios sí implican más recursos, pero también podemos hablar de otra forma de trabajar, cuando se habla de codocencia o por ejemplo cuando hablamos del cambio en la oposición, de ese sistema de iniciación o MIR, entre comillas, que no me gusta, pero que visualiza de qué hablamos. Estas personas podrían trabajar en el aula asumiendo gradualmente responsabilidades. Por ejemplo, si en Galicia se jubilasen mil y pico docentes por año, pues haces esa previsión y convocas una oposición de esos mil y pico por año con un sistema de inducción, que supone que van a estar un año trabajando en práctica asumiendo gradualmente docencia y los colocas en escuelas públicas y van a estar reforzando y mejorando la atención individualizada en las aulas. Pero eso implica no que contratas a mil personas, como ahora, y las dejas solas asumiendo docencia en su grupo, sino que contratas a mil personas que van a estar en una situación privilegiada de aprendizaje y al tiempo colaborando con profesionales en activo.

–¿Creen que entre las propuestas del Gobierno figurará ese “MIR”?

–-Me consta que es uno de los puntos principales en la reforma. Pero hay muchos modelos y hay que estudiarlo muy bien. Todo el proceso de reforma es complicado, pero hay que hacerlo con una mirada de luces largas y de forma muy coherente. Una reforma de este calado no se gesta ni en un año ni en dos. 

 

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