En el último año casi 1.400 gallegos perdieron la pensión no contributiva tras una revisión del Gobierno. En Galicia más de 37.000 personas cobran esta prestación de entre 388 y 424 euros mensuales por parte de la Seguridad Social. Pero no se trata de una paga eterna. También se puede perder.
La pensión no contributiva de jubilación es una ayuda que pretende asegurar a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva.
También se concede a aquellos ciudadanos que pueden acreditar que sufren de un determinado grado de discapacidad.
¿Por qué pueden quitarnos la pensión no contributiva?
- Ojo con los ingresos: Uno de los requisitos para poder recibir la pensión no contributiva es no tener ingresos superiores a 5.639,20 euros anuales (el límite varía según el número de miembros de la unidad de convivencia). En el primer trimestre del año es preciso presentar la declaración de ingresos y rentas. No hacerlo lleva aparejada la suspensión de la pensión no contributiva.
- Estado civil, residencia, recursos...: Al igual que se debe informar de los ingresos y de cualquier cambio que pudiera haber en ellos, también se debe dar aviso de modificaciones en el estado civil, la residencia o de variaciones en los recurso económicos propios y familiares para evitar la suspensión.
- A mayores, también se realizan revisiones de oficio que pueden dar lugar a la suspensión o moficiación de la pensión en el caso en que se detecten cambios en los citados requisitos para recibirla y que no hayan sido comunicados.
