El talento digital se fuga: uno de cada cuatro graduados en Ciencias y Tecnologías emigra

Contrasta con las 3.000 vacantes en el sector TIC | El CES apunta a la “fragilidad de las condiciones laborales” y a la falta de adecuación de los estudios al mercado de trabajo

Trabajadora del ámbito de las telecomunicaciones.

Trabajadora del ámbito de las telecomunicaciones. / FDV

Paula Pérez

Paula Pérez

Mientras las empresas del sector TIC en Galicia buscan desesperadamente profesionales especializados –hay 3.000 vacantes sin cubrir–, se da la paradoja de que uno de cada cuatro graduados STEM (Ciencias, Ingenerías, Tecnologías y Matemáticas) formados en el sistema universitario gallego se marcha fuera de la comunidad autónoma para trabajar. Y además sufren mayor precariedad laboral: solo el 34,4 por ciento tiene un contrato indefinido a los dos años de finalizar sus estudios frente al 41,4 por ciento de los demás titulados. A esto se suma que cuatro de cada diez ni siquiera trabaja en un puesto relacionado con lo que estudió.

Así se refleja en el último informe del Consello Económico e Social (CES) “Galicia 2030: unha dixitalización 4.0 para unha sociedade 5.0”, coordinado por el catedrático de la Universidade de Vigo, Xosé H. Vázquez y en el que participan catorce expertos. En el capítulo que aborda la importancia del capital humano en las capacidades de innovación, los profesores Javier de Francisco, Lucas Lopez-Manuel y Nahuel Depino-Besada apuntan a las razones que pueden explicar por qué la realidad laboral de los titulados STEM contrasta con la dificultad que tienen las empresas del sector TIC para contratar personal. “La situación del colectivo de titulados STEM da cobertura a realidades muy diferentes, con personas graduadas de títulos que presentan competencias poco relacionadas con los requerimientos de las empresas TIC”, señalan. Es decir, habría un desajuste entre la formación que se da en las universidades y lo que demanda el mercado laboral.

Tres de cada cuatro empresas del sector tecnológico reconoce que le resulta “difícil o muy difícil” cubrir los puestos que ofertan. En este contexto, a los titulados en Ciencias, Matemáticas o Ingenierías les resulta más fácil encontrar trabajo. El sector TIC es, de hecho, el segundo que crea más empleo, solo por detrás de la sanidad. Así, el 83,6 por ciento de graduados STEM está trabajando a los dos años de finalizar sus estudios frente al 79,6 por ciento de la media del sistema universitario de Galicia. En las Ingenierías Informáticas, Industrial y Telecomunicaciones el grado de inserción laboral asciende al 92,2 por ciento pero baja al 68,8 por ciento en Matemáticas o Ciencias.

Sin embargo, el 24,74 por ciento declaran que se han ido a trabajar fuera de Galicia, cuando la media de titulados universitarios gallegos que emigran es más baja y se sitúa en el 19,89 por ciento. Esto significa que la fuga de talento digital es mayor que la de otras titulaciones. Los que más hacen las maletas son los graduados en Matemáticas (el 31,82 por ciento se van fuera).

Esta fuga de talento podría estar vinculada, según el informe del CES, a la “fragilidad en las condiciones de trabajo del colectivo”. Así los que se quedan en Galicia tienen más dificultades de promoción que los que se van al extranjero. La prueba es que en la comunidad solo el 12,2 por ciento desempeñan puestos directivos frente a un porcentaje del 17,6% de los que se establecieron en el exterior.

Lo mismo ocurre a la hora de acceder a un puesto de trabajo acorde con la formación universitaria. En Galicia es un logro exclusivo para el 63,8 por ciento de los titulados STEM y en el extranjero se eleva al 70 por ciento.

Y es que tener un trabajo en el sector TIC no significa tener mejores condiciones laborales. Pese a la alta demanda de profesionales con este perfil la contratación indefinida es incluso más baja que entre los titulados de otras especialidades. Poco más de la tercera parte (34,4 por ciento) de los graduados en Ingenierías, Ciencias y Matemáticas tiene un empleo fijo (con datos hasta 2019). En todo caso, el bajo porcentaje de graduados STEM con contrato indefinido es achacable sobre todo a las titulaciones de Ciencias (Biología, Química, Física, Biotecnología y Ciencias Ambientales), donde solo el 16 por ciento logra un empleo estable a los dos años de graduarse.

Las titulaciones STEM tampoco son garantía de mejores salarios, según el CES. Sus retribuciones a los dos años de terminar los estudios ronda los 1.268 euros mensuales de media, valor equiparable a la media del conjunto de titulaciones (1.231 euros). Los que más ganan son los titulados en Ingenierías Tecnológicas (1.390 euros) y Matemáticas (1.386).

El informe del CES analiza también la oferta de titulaciones digitales en el sistema universitario gallego. Solo el 11 por ciento de los títulos –desde grados, másteres y doctorados– y el 9,6 por ciento de las plazas de nuevo ingreso de las universidades de Galicia están vinculadas a la llamada digitalización (1.816 plazas del total de 18.773).

Pero el estudio del Consello Económico e Social alerta además de que las matriculaciones en titulaciones STEM crecieron a un ritmo cuatro veces inferior al conjunto de estudios universitarios. Así, entre 2015 y 2019 hubo una subida global del 2,6 por ciento en los grados de Ciencias, Matemáticas y Tecnologías, frente a un incremento del 10,3 por ciento en el total del sistema universitario gallego.

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La educación y la formación de trabajadores es clave para afrontar la revolución digital que se avecina. La clave está en adecuar los estudios a esta nueva realidad, pero el coordinador del estudio del CES, Xosé H. Vázquez, advierte de que esta adaptación deberá ser continua. “La digitalización hará obsoletas más rápidamente las cualificaciones estrictamente basadas en conocimientos, de manera que cuatro o seis años de estudios superiores no servirán para 40 años de vida laboral”, vaticina este catedrático de la Universidad de Vigo.

En sus conclusiones, este experto insta a evitar los catálogos de estudios rígidos y revisarlos –como mucho– anualmente. “La reforma de los contenidos formativos debe ser más flexible y atender a las necesidades de las empresas y de la sociedad”, apunta.

Fomentar la innovación, no pasa solo por nuevas infraestructuras sino por el capital humano. Y no se trata de incrementar sin más el número de graduados STEM sino de apostar “por la calidad de la formación que reciben”, según Vázquez.

La digitalización elevará la brecha salarial y obligará al 61% de los ocupados a reciclarse

La revolución digital traerá consigo cambios importantes en el mercado de trabajo. En todo caso “no dará lugar a ningún escenario apocalíptico a lo largo de la próxima década”, aunque sí afectará a todos los trabajos en mayor o menor medida, en función del tipo de tareas que realicen y de la viabilidad técnica para poder ser automatizadas.

Es una de las conclusiones de los expertos Cristina Diéguez, Fátima Antelo y Andrea Ogando-Vidal que se han encargado de analizar el impacto de la digitalización en el empleo dentro del informe del CES.

En su análisis advierten que la tecnología reducirá la necesidad de trabajos en puestos de grado medio, que serán automatizados, y aumentará la demanda de trabajo de bajo salario no automatizable como, por ejemplo, la limpieza o la hostelería. “Los sueldos en estas categorías no tienden a experimentar grandes subidas porque existe una gran oferta de trabajadores que pueden llevar a cabo estas actividades”, argumentan. Esto llevará a “un mercado de trabajo polarizado con alta demanda en los extremos y un cierto vaciado en el medio”.

Este panorama se traducirá en una mayor brecha salarial. Habrá un elevado peso de las ocupaciones de técnicos y profesionales científicos, con el 30 por ciento de los salarios más elevados, frente a los ocupados en restauración o vendedores que estarán por debajo del salario medio.

El informe del CES identifica los trabajos susceptibles de digitalización. El 61 por ciento de los ocupados realizan actividades con probabilidad de automatizarse, de los cuales el 84,7 por ciento tienen “una probabilidad alta”.

Además el mercado laboral gallego necesitará una mayor adaptación a la revolución tecnológica. “La probabilidad de digitalización es seis décimas superior a la media estatal, debido a las diferencias en la estructura del mercado laboral de Galicia, donde las ocupaciones con menos probabilidades de cambio (directores, gerentes, técnicos y profesionales científicos) tienen un peso comparativamente inferior a la media estatal”, señala el CES.

Así, tienen una alta probabilidad de digitalización los trabajadores de los servicios de restauración y comercio, empleados de oficina, trabajadores cualificados y peones del sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero, artesanos y empleados cualificados de empresas manufactureras, así como la construcción y los operadores de instalaciones y maquinaria, entre otras.

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