Las croquetas son uno de los manjares de la cocina española. La fusión entre la masa, la bechamel y un sinfín de posibles condimentos hacen de esta receta una de las que más posibilidades ofrecen a la hora de innovar. Sin embargo, hay ocasiones en las que causan cierto recelo, sobre todo, cuando se está inmerso en las muchas de las 'operaciones bikini' que se inician cada año. Por ello, presentamos algunos consejos para poder elaborar las croquetas de manera más saludable.

El primer paso será escoger los elementos que vamos a utilizar para darles forma. Si nuestra intención es hacer unas croquetas más sanas, lo mejor es usar harina integral, que aporta más fibra y ayuda a la digestión.

El siguiente paso consistirá en seleccionar el relleno de nuestra creación. Lo mejor es cambiar alimentos como la carne o el jamón por verduras como la calabaza, el puerro o las espinacas.

No obstante, lo más importante es controlar la elaboración de la bechamel. Es recomendable hacerla más ligera, por lo que se aconseja el uso de leche desnatada y una cantidad de harina mínima.

Una vez le hayamos dado forma a la croqueta, hay que pensar en cómo se va a cocinar. Existen varias opciones. Una de ellas es la tradicional, friéndolas en aceite. Si se utiliza esta técnica, lo mejor es usar el de oliva. Además, no hace falta usar una abundante cantidad de aceite para cocinarlas. También es recomendable esperar a que se caliente para que las croquetas no absorban tanto aceite.

Pero más allá de los métodos tradicionales, las croquetas también se pueden preparar al horno. Son mucho más saludables que las cocinadas en aceite, ya que no producen tanta grasa.

Para finalizar, tenemos que escoger con qué las vamos a acompañar. Se tiene la costumbre de tomarlas como unos 'fritos' más, como las patatas fritas o los calamares. Pero la verdad es que son una opción perfecta para acompañarlas con una ensalada o unas verduritas.