A la hora de ponerse a cocinar existen diversas creencias que varían en función del chef que las formule. Cada persona dispone de unos trucos específicos para dar ese toque especial a sus platos. No obstante, existen una serie de mitos en torno a la cocina que no deberías creer. A continuación, te presentamos algunos de ellos.

Enjuagar la pasta tras cocerla

Es común escuchar que conviene pasar la pasta por agua fría tras su cocción. Nada más lejos de la realidad, ya que con ese acto solo conseguirás eliminar los almidones de estos alimentos.

Las langostas gritan al cocerlas

Seguramente escucharás un sonido similar al de la olla exprés cuando introduces las langostas en agua hirviendo. El hecho de introducirlas cuando aún están vivas hace que se emitan una serie de sonidos. El ruido que escuchamos es como silbidos, que proceden de las cavidades entre la carne de la langosta y su caparazón.

La carne bien hecha es más saludable

No te fíes de las creencias que afirman que la carne cuanto más hecha, mejor. De hecho, las proteínas de la carne se absorben mejor en el organismo si ésta está a medio hacer, que cuando está dura como un zapato. Lo que tienes que tener en cuenta es la temperatura de tu filete, no su color o textura. Los principales chefs aseguran que la temperatura ideal que debe tener un filete al servirlo es de 145 grados.

Dejar el hueso en el aguacate evita que se pierda

Otra creencia falsa es que, si tienes que guardar medio aguacate en la nevera, lo hagas conservando el hueso. Este hecho no conseguirá que el producto se mantenga fresco, sino que conservará únicamente la carne con la que está en contacto. El resto del aguacate seguirá su proceso habitual.

Debes lavar la carne antes de cocinarla

Algunas normas de higiene en la cocina recomiendan lavar la carne antes de cocinarla. Esta creencia no aporta nada beneficioso para ese alimento. Lo único que puedes conseguir con ese acto es extender bacterias que puedan estar presentes en el filete, en tu grifo o fregadero.

Guardar el pan en la nevera evita que se ponga rancio

El hecho de meter ese trozo de pan que te ha sobrado en la cena en el frigorífico no hará que se conserve fresco. De hecho, al aplicar frío los almidones del pan desaparecerán y éste perderá su textura. Lo mejor para conservar el pan fresco es meterlo directamente en el congelador.

Las patatas enteras son mejores para el puré de patata

Son muchos los aficionados a la cocina que recomiendan utilizar patatas enteras para conseguir un mejor resultado al preparar puré de patata. Pues bien, se trata de una creencia falsa. El puré quedará más ligado si troceas las patatas al cocerlas.

Hay que retirar la piel del pollo al cocinarlo

No es necesario retirar la piel del pollo antes de cocinarlo. A no ser que no te guste su textura y quieras prescindir de ese elemento, nutritivamente no tiene ningún sentido realizar ese paso. De hecho, la piel del pollo puede servir para sellar mejor esas pechugas o dar un toque tostado a sus muslos.

Es mejor hervir los huevos viejos

Algunas creencias apuntan que, si quieres cocer huevos, optes por los más viejos. No tiene ningún sentido seguir esos pasos, todos los huevos son igual de válidos a la hora de cocerlos. La única ventaja de utilizar huevos viejos para ese proceso es que será más fácil pelarlos.

La comida pierde sus nutrientes al cocinarla en el microondas

La comida sufre daños siempre que se cocina, tanto cuando la cocemos, como cuando la calentamos en el microondas. La creencia de que las ondas electromagnéticas elimina los nutrientes de la comida no es del todo cierta, gracias a las tecnologías integradas en los nuevos modelos de este electrodoméstico destinado a la cocina.