Cuando tratas de bajar de peso hay ciertos alimentos que deberías evitar. Aunque la mayoría son claros, ya que contienen ingredientes que todos sabemos que engordan, hay algunos que se camuflan bajo la etiqueta de saludables y aun así nos incitan a que comamos grandes cantidades hasta que nos sentimos llenos.

Un grupo de expertos en nutrición ha recogido en 'Eat This!' 10 de los alimentos que debes apartar de cualquier dieta para adelgazar:

Queso

Las casomorfinas son las causantes de que no nos cansemos de comer queso. Foto: Getty Images

El queso tiene compuestos proteicos, llamados casomorfinas, que combinados con gran cantidad de grasa y sal son los responsables de que nunca nos saciemos comiendo este derivado lácteo. De la misma manera que los bebés siempre mantienen su deseo de consumir leche (a causa de la caseína que ésta contiene), el queso ejerce el mismo anhelo insaciable para los adultos.

Zumo

Algunos zumos disparan el nivel de azúcar en la sangre. Foto: Getty Images

A veces pensamos que los zumos son de lo más saludables y diuréticos, sin embargo, durante el proceso utilizado para producirlos se pierde gran parte de la fibra inherente en la fruta y se aumenta el nivel de azúcar. Por lo tanto, el zumo es una bebida cuyas calorías aumentan el nivel de azúcar en la sangre, algo que inevitablemente nos provoca más hambre. El mejor consejo es beber agua para hidratarse y comer fruta y verduras enteras, cuya fibra permanece intacta.

Salsas para ensaladas a base de crema

Las salsas para ensaladas contienen gran cantidad de grasa. Foto: Getty Images

Muchas personas recurren a las ensaladas cuando están a dieta y tratando de comer sano. Las ensaladas pueden ser muy nutritivas y suelen ser bajas en calorías, si no les añadismos las típicas salsas para este plato.

Estos tipos de salsas contienen una gran cantidad de grasa y calorías. De hecho, hay más calorías en la salsa que en el resto de la ensalada. Prueba aderezos para ensaladas a base de aceite. No sólo tienen un sabor más ligero, sino que además tienen menos calorías y son mejores para la salud.

Azúcar

El azúcar causa una rápida liberación de dopamina. Foto: Getty Images

El azúcar y todos sus derivados son muy adictivos al estar relacionados con una rápida liberación de dopamina. Los edulcorantes refinados y procesados animan a comer en exceso y, sin embargo, no proporcionan saciedad o alimento.

No obstante, la fruta también contiene azúcar, que junto a su fibra y sus nutrientes naturales sí llega a saciar. Puedes llegar a comerte diez caramelos sin sentirte lleno, pero ingerir diez peras, por ejemplo, sería mucho más complicado.

Barritas de muesli

Las barras de muesli suelen estar hechas, además de frutos secos y cereales, de azúcar y aceites hidrogenados y carecen de proteínas, que son los componentes que nos llenan. Suelen tener menos calorías que una comida tradicional y no sirven para reemplazarla; es más, lejos de saciarte despertará tu apetito.

Clara de huevo

La clara de huevo carece de las vitaminas y minerales de la yema. Foto: Getty Images

Si tras comerte una tortilla de clara de huevo vuelves a tener hambre es porque una gran cantidad de las grasas beneficiosas, vitaminas y minerales se encuentran dentro de la yema. Esas son las propiedades que realmente nos ayudan a sentirnos saciados y que se convierten en básicas para la producción de hormonas y ayudar al cuerpo a absorber las propiedades saludables que necesita.

Cereales endulzados

La mayoría de cereales endulzados carecen de fibra y proteínas. Getty Images

Por la mañana hay dos nutrientes que son indispensables para hacer funcionar bien el cuerpo: la fibra y las proteínas. Sin embargo, muchos cereales endulzados carecen de ellas y eso puede provocar que a media mañana nuestro estómago ruja de hambre. La solución pasa por buscar cereales con más de cinco gramos de fibra natural por porción y no escatimar en la grasa o la proteína.

Aperitivos salados

Los aperitivos contienen grandes cantidades de sodio. Foto: Getty Images

Es imposible comer sólo un aperitivo salado y dejarlo ahí. Eso se debe a que los refrigerios salados contienen cantidades excesivas de sodio y, a menudo, carecen de fibra o proteínas.

Esto significa que el tentempié es rico en carbohidratos y desequilibrado, lo que lleva a un pico de azúcar en la sangre inevitable.

Chicle

El chicle no consigue engañar al apetito. Foto: Getty Images

Masticar chicle para engañar al apetito es un truco recurrente para aquellos que intentan hacer dieta. La mala noticia es que no funciona. Si bien es cierto que la acción de masticar burla al cuerpo, también lo es que los jugos gástricos se preparan en el estómago. Al no tener comida, nos hacemos más conscientes de la necesidad de comer.

Yogures desnatados

Los yogures light no llenan por su baja carga nutricional. Foto: Getty Images

A pesar de que tienen la fama de ser el ingrediente ideal para desayunos, meriendas y postres, los yogures desnatados resultan no ser tan beneficiosos como los normales. La versión ´light´ no nos llenan porque su carga nutricional de vitaminas y antioxidantes es más baja que en los convencionales. Además, el hecho de que no tengamos que masticar el yogur, hace que muchas veces nuestro cuerpo no se sienta satisfecho.