Cuando cenamos pizza es muy habitual que queden porciones de sobra para el día siguiente. Lo más habitual es recurrir al microondas o al horno para recalentarlas. El microondas es de lo más recurrente por su rapidez, pero no es ni de lejos la mejor opción. El horno precisa de más tiempo y supone un gran gasto de energía.

Por eso, a continuación vamos a detallarte el mejor método para recalentar la pizza.

Si te levantas por la mañana y recuerdas que tienes unas porciones de pizza del día anterior en el frigorífico, saca una sartén del armario y ponla al fuego. No necesitas aceite ni nada, simplemente calentar un poco la sartén y echar posteriormente la pizza en la misma y taparla durante unos minutos a fuego lento.

A medida que la tapa de la sartén se vaya empañando, verás como el queso de tu pizza va adquiriendo un aspecto de lo más apetecible. Como si se tratase de una pizza recién hecha. Al retirar la sartén del fuego verás cómo tu porción de pizza está tostadita y luce irresistible.