La sangría es junto a la cerveza una de las bebidas más consumidas en nuestro país durante el verano y es especialmente atractiva para los turistas extranjeros. Si eres de los que te gusta prepararla en casa, toma nota de estos cinco consejos para conseguir sangría perfecta:

Productos de calidad

Lo primero y más importante a la hora de hacer una buena sangría es que lo productos que eches en ella siempre sean de gran calidad. El vino debe ser tinto y seco y jamás ‘pelón’, aunque también es cierto que hay quien hace la sangría con vino blanco. Además, las frutas deben estar en su punto ni muy maduras ni muy verdes.

Zumos naturales

No cometas el error de comprar el zumo de naranja envasado para hacer tu sangría. El zumo de naranja natural le dará un sabor mucho más auténtico.

El día antes

El vino de la sangría siempre debe macerar con las frutas, por ello es necesario que la sangría quede en reposo al menos dos horas aunque lo más recomendable es que la sangría se prepare dos días antes de ser consumida para que tenga el mejor sabor.

Sin azúcar añadido

Las propias frutas expulsan los azúcares necesarios para que la sangría tenga su toque de dulzor perfecto, así que no es necesario añadir azúcar extra, tal y como recomiendan en muchas recetas.

No eches hielo en la sangría

La sangría siempre debe estar muy fría pero no es buena idea que eches los cubitos de hielo directamente en la jarra, ya que entonces la sangría se aguará. Es mucho mejor que utilices un envase que te permita meter la sangría en un bol con hielos, como si de una botella de vino se tratase o si no queda más remedio, echar el hielo directamente en el vaso para no estropear toda la jarra.