Los alimentos que necesitas incorporar a tu dieta para combatir la ola de gripes y resfriados de este invierno

Estos meses de frío y lluvia debes prestar atención a lo que comes y llevar una alimentación saludable

Alimentos para combatir el resfriado

Alimentos para combatir el resfriado / Shutterstock

R. V.

Los resfriados y las gripes, enfermedades tan típicas de esta época del año, pueden convertir tu día en una pesadilla pese a no ser graves. Este invierno la ola de virus respiratorios es especialmente fuerte. Los expertos nos indican que la gripe A, contra la que habíamos perdido algo de inmunidad, ha llegado con fuerza. Y a ella se suma la covid y los constipados.

Es por eso que estos meses en los que los virus vuelven a poner a prueba las defensas del organismo, debes poner especial atención a lo que comes. Una dieta equilibrada y variada es fundamental para que el cuerpo tenga todos los nutrientes necesarios que necesitan nuestras defensas.

Los siguientes alimentos ayudan a combatir síntomas como la tos y los estornudos y fortalecen el sistema inmunitario, manteniendo a raya gripes, covid y resfriados.

Cítricos

Naranjas, mandarinas, limones... ya lo decían las abuelas, cualquier cítrico es bueno para ayudar a combatir los resfriados y las gripes. Su alto contenido en vitamina C y otros nutrientes ayudan a frenar el avance de estas enfermedades tan comunes en esta época del año. Lo mejor es que puedes aprovechar y alternar los que más te gusten: un zumo de naranja, limonada, unas mandarinas, un pomelo, etcétera.

Yogures naturales

Los probióticos presentes en los yogures ayudan a cuidar la flora intestinal, clave en el sistema inmunitario. Pero para beneficiarse de las bondades de este alimento hay que comer al menos uno al día. Además, los yogures son perfectos para las personas que están en tratamiento con antibióticos ya que les ayudará a evitar coger más infecciones.

Zanahorias

Al igual que las calabazas, las zanahorias son otro de los alimentos más ricos en beta-carotenos que puedes encontrar en el supermercado. Ya sea cocida, en zumo, en guarnición o cruda, este tubérculo es perfecto para que los más pequeños de la casa lleven una dieta saludable.

Ajos

Mientras que algunos odian su sabor, otros lo aman. No hay punto medio. Pero lo que todo el mundo sabe es que el ajo no sólo sirve para dar sabor a tus comidas, sino que también tiene importantes beneficios para la salud. Se trata de un alimento rico en alicina, un componente con un alto poder antiséptico natural capaz de estimular el sistema inmunitario y combatir la gripe y los procesos infecciosos. Además, un estudio publicado en Advances in Therapy (2001) demostró que aquellos que tomaron suplementos de ajo durante doce semanas tuvieron menos resfriados que aquellos que tomaron placebo.

Cebollas

La cebolla destaca por ser rica en cisteína, aminoácido que refuerza el sistema inmunitario, y quercetina, componente con propiedades antibacterianas y antigripales. Además, introducir este alimento en tu dieta te ayudará a descongestionar las vías respiratorias y limpiar los pulmones.

Legumbres

Legumbres como las lentejas o los garbanzos suelen volver a los menús semanales tras los meses de calor para ayudarnos a combatir el frío otoñal. Y es que este tipo de alimentos son muy beneficiosos para mantener la temperatura corporal, además de ser ricos en antioxidantes, que ayudan a prevenir infecciones.

Huevos

Son una fuente de proteínas, vitaminas B12 y B6, selenio y zinc, fundamentales para mantener un sistema inmunológico fuerte. Es por eso que es aconsejable comer huevos unas dos o tres veces por semana para mantener los resfriados y otras enfermedades a raya. Además, al ser un alimento tan versátil, no tendrás ningún problema a la hora de incluirlo en tu dieta o en la de los más pequeños de la casa: puedes cocerlos, hacerlos a la plancha, fritos, en tortilla...

Jengibre

Ya sea en infusiones o como condimento de las comidas, esta raíz te ayudará a prevenir y tratas los resfriados y los procesos gripales. Esto debe especialmente a sus propiedades antibacterianas, antipiréticas y analgésicas. Además, el jengibre es un antiinflamatorio natural y ayuda a mejorar la digestión.

Miel

Que la miel es uno de los mejores remedios caseros para calmar la tos no es nada nuevo. Pero además, un estudio publicado en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine (2007) concluyó que este alimento también ayuda a prevenir catarros y gripes indeseadas al mejorar las defensas.

Agua

Si cuando estás resfriada no tienes hambre, durante los dos primeros días no hace falta que comas muchos alimentos sólidos, pero sí líquidos como zumos caseros, purés o sopas. Yes fundamental que bebas la cantidad suficiente de líquidos (entre 8 y 10 vasos de agua) para facilitar la eliminación de moco e hidratar las mucosas.

Caldos

El caldo de ave o sopa de pollo no solo reconforta en los estados catarrales. Tomar caldos desgrasados ayuda a prevenir la deshidratación, mejorar la congestión nasal y favorecer la eliminación de mucosidades