"Llegamos a Vigo en el 55 y vimos un tranvía con la bandera de la ciudad y nuestra madre nos dijo que eso era así porque un tatarabuelo suyo fue libertador de Vigo, lo tomamos a cachondeo", explican los hermanos Luis y Gumersindo Bóveda Canal, descendientes directos de Bernardo González del Valle, conocido popularmente como Cachamuiña, y que residen en la ciudad olívica.

En estos días que Vigo se vuelca en rememorar aquel episodio de principios del siglo XIX en el que la ciudad consiguió expulsar a los franceses, los hermanos Bóveda reivindican la figura de Cachamuiña, "como el héroe que fue y no el guerrillero y bandolero que solían decir muchos".

En su trabajo de investigación contaron con la inestimable ayuda de otro familiar suyo, el investigador Emilio Estévez, del Instituto de Estudios Vigueses. "Él llevaba la voz cantante porque era notario, hizo viajes, buceó en el registro de la Iglesia, la labor gorda se la debemos a él", explica Luis Bóveda mientras enseña el árbol geneálogico que han elaborado, en el cual se recoge toda la descendencia de Cachamuiña y con el que buscan un reconocimiento oficial.

"Queremos defender el legado en la propia ciudad, que es así gracias a él. Buscamos que el árbol sea oficial, que se pueda exponer con documentos, debería haberse hecho de otra manera, fastidian las pocas ganas de indagar en toda la información que existe", explica Gumesindo, apenado por el desconocimiento que, durante muchos años, hubo del personaje: "Gonzalo de Prado, de Estudios Vigueses, salió a la calle y era penoso. Nadie sabía quién era Cachamuiña".

La investigación de Emilio Estévez fue clave para sacar a la luz muchos secretos sobre la misteriosa vida de Cachamuiña y su descendencia. González del Valle tuvo únicamente una hija, Bernarda Josefa, la tatarabuela de Luis y Gumersindo Bóveda Sin embargo, fue una descendencia extramatrimonial, una hija que no reconoció hasta 30 años después de su nacimiento. Cachamuiña se casaría posteriormente con Josefa Carasa pero nunca llegaron a procrear. "No tuvo más, si hubiera tenido hijos con la esposa estaríamos en segundo lugar", reconocen los hermanos Bóveda.

Las investigaciones de Emilio Estévez y las suyas propias les han permitido conocer, en la medida de lo posible, aspectos íntimos del coronel Bernardo González del Valle y también hacerse una idea de su carácter. "Es difícil pero por lo que concluyó Emilio, parecía un poco arrogante, presumido. Ser de un pueblo pequeño -Cachamuiña, de donde cogió su apodo- y ser un capitán no dejaba de ser un orgullo", explican sus descendientes.

Admiten que es "un guiño del destino" que ellos hayan terminado construyendo su vida en Vigo, donde en 1809 se escribió uno de los capítulos clave de la Guerra de la Independencia por su antepasado. Los Bóveda Canal se congratulan porque, poco a poco, se vaya potenciando la Fiesta de la Reconquista y los vigueses sean conscientes de lo que sucedió en aquella época. Ellos continuarán revisando su historia familiar e involucrando a las futuras generaciones, como ya están haciendo. "Empezó Emilio, el resto lo hicimos nosotros, y así seguirán los siguientes", aseguran.