Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fue noticia en 1932

Cachamuiña vuelve a Vigo

Miles de personas asisten al traslado de sus cenizas desde la Concatedral hasta el cementerio de Pereiró en lo que fue un homenaje al héroe de la Reconquista

El panteón en Pereiró donde se encuentran las cenizas de Cachamuiña. // FdV

"Fue una de las manifestaciones de reconocimiento más importantes en la historia de Vigo". Así describía el Decano el traslado de las cenizas de Bernardo González del Valle, Cachamuiña, hasta el cementerio de Pereiró, lugar en el que se encuentran en la actualidad. Fue en el verano de 1932 y este acto fue una demostración de reconocimiento al héroe de la Reconquista. Era 1809 cuando derribó la puerta de Gamboa, un simbólico lugar que permitió expulsar a los franceses de la ciudad. Se cumplen 207 años de aquella gesta que escribió una de las páginas más brillantes e histórica de Vigo.

Las cenizas habían llegado de Ourense. En una aldea que se llama Cachamuiña había nacido el héroe vigués en 1848. La Colegiata fue el lugar donde se realizaron diversos actos religioso. Después, el recorrido hasta Pereiró. En el cortejo figuraban numerosas personalidades llegadas de Ourense, también los representantes púbicos de Baiona y la Diputación Provincial. A todos ellos les acompañaban las bandas de música de Vigo, Baiona y Porriño.

Los actos fueron organizados por el Centro de Hijos de Vigo, que contó con la colaboración de numerosas personas para que la marcha transcurriera con normalidad. Todos ellos llevaban la bandera de la ciudad en una de las mangas de sus camisas. Las cenizas fueron depositadas en un arpón de artillería. En la puerta de Gamboa, el orfeón de la Artística, una entidad viguesa que poseía una agrupación musical de gran importancia a nivel nacional, interpretó la pieza 'Los mártires'. Fue uno de los momentos más emotivos de todo el recorrido. La marcha siguió por las calles Victoria, Colón, Capitán Galán y Paseo de Franco. Así hasta llegar a Pereiró.

Haz click para ampliar el gráfico

En este trayecto se produjeron manifestaciones de afecto. Cuenta el Decano en sus páginas que se lanzaron una gran cantidad de flores y que los vítores y aplausos eran constantes. Los familiares de Cachamuiña se sintieron emocionados por tanto fervor popular. Estaban arropados por las representaciones de muchas entidades viguesas y también por los poderes políticos.

El acto de traslado contó con varias anécdotas que quedaron reflejadas en la historia de la ciudad. Después de desarrollarse el mismo, el Centro de Hijos de Vigo invitó a un cóctel a las autoridades y familiares. Algunos no acudieron. En ese acto, Basilio Álvarez, diputado por Vigo, leyó un discurso. En uno de sus pasajes, dijo: "El héroe es el hombre que está fuera del bien y del mal. Pasó la raya donde la inveterada se estaciona, para galopar, cegado por la gloria, hacia un mundo donde lo inaudito enciende sus fogaratas. Un héroe siempre tiene algo de divino".

En muchas partes del recorrido se encontraban muchos turistas ingleses que estaban en la ciudad tras llegar en barco. Algunas fuentes calculan en más de dos mil personas las que formaban este colectivo. Al puerto vigués era frecuente la llegada de embarcaciones con turistas.

Bernardo González del Valle, Cachamuiña, era hijo de un militar. Su trayectoria incluyó varios destinos, entre ellos Ferrol y León. Cuando se realizó la Reconquista tenía el cargo de coronel. En el heroico acto recibió siete impactos de bala. Varios años después fue declarado no apto para el servicio. Solicitó una pensión de 1.800 reales. Diversos trámites burocráticos le impidieron cobrarla hasta 17 años después de realizar esa petición. Falleció en el mes de septiembre de 1848 y fue enterrado en el panteón familiar de su pueblo natal hasta volver a Vigo.

Compartir el artículo

stats