El apellido Picasso dejará de lucir para siempre en la trasera de los monovolúmenes vigueses. La decisión de Citroën de rebautizar la gama Picasso (Grand C4 Picasso y C4 Picasso) como SpaceTourer -como avanzó FARO- pone fin a una relación de casi dos décadas entre la marca francesa y los herederos del pintor malagueño, a los que ha tenido que pagar royalties durante todos estos años por el uso de su apellido. Hasta la fecha, Balaídos ha producido casi tres millones de monovolúmenes Picasso, a los que se suman los C3 Picasso ensamblados en la planta eslovaca de Trnava.

Según explicó Citroën, este cambio de nombre se debe a una estrategia comercial para reagrupar bajo una misma denominación productos "modernos y complementarios" que permiten viajar a grupos de personas formados por entre cinco y nueve miembros. Aunque fuentes consultadas apuntan a que el grupo capitaneado por Carlos Tavares se ha cansado de pagar royalties por el uso del apellido Picasso a los herederos del artista español. PSA nunca llegó a revelar cuánto costaba serigrafiar la marca Picasso en sus modelos familiares, aunque algunos medios franceses como L'Express llegaron a manejar la cifra de 100 euros por vehículo -en una publicación de 2007-, un dato que nunca fue confirmado por la multinacional automovilística.

Balaídos se despide de los Picasso -ahora, SpaceTourer- justo dos años antes de decir adiós a la actual generación de monovolúmenes de Citroën, cuyo fin de serie está previsto, según los programas de trabajo de la factoría, en el horizonte de 2020. Ese año, PSA-Vigo se olvidará el segmento de los monovolúmenes, muy castigado por la crisis en estos últimos años y por la irrupción de los SUV, para centrarse en los vehículos comerciales ligeros -con sus derivados turismo-, con los K9, y en los todocamino, con el V20. Queda la incógnita de qué ocurrirá con los sedanes para países emergentes Citroën C-Elysée y Peugeot 301, cuyas próximas generaciones podrían fabricarse en su totalidad en Kénitra (Marruecos).

Los Picasso han sido y son unos superventas. De la primera generación, el Xsara Picasso, llegaron a fabricarse más de millón y medio de coches y estuvo a la venta la friolera de once años (1999-2010). Las dos posteriores, el primer C4 Picasso y el actual, sufrieron el estallido de la crisis económica y sus ventas no fueron comparables a las del Xsara. Aun así, han conseguido liderar con mano de hierro el segmento de los monovolúmenes en Europa. Además, el primer C4 Picasso impulsó la llegada a Vigo de media docena de fabricantes de componentes -Benteler, Denso, Antolín, etc.- y los dos contribuyeron a la modernización de la factoría.