A las siete de la mañana, un árbol caído en el tramo comprendido entre Porriño y Guillarei. Cerca de tres horas después, sobre las diez, un hundimiento de tierra a la altura de Frieira, en Crecente, que dejó un socavón que Adif todavía no ha conseguido reparar. Y pasadas apenas tres horas, a las doce del mediodía, de nuevo otro incidente en Barra do Miño, donde un tren Alvia que cubría el recorrido entre Galicia y Cataluña enganchaba su pantógrafo.
El balance divulgado el martes por el sindicato CGT con los sucesos registrados esa misma mañana en el corredor del Miño dibuja una jornada accidentada en la línea Vigo-Ourense: tres partes en cuestión de solo cinco horas.
Su impacto habría pasado casi desapercibido en tiempos de pandemia, con la movilidad bajo mínimos y los servicios ferroviarios recortados, de no ser por el peso capital que el tramo tiene para el tráfico ferroviario de la comarca.
Si los trazados ferroviarios con Chamartín o Sants fueran dos largos pasillos, el primer trecho entre Vigo y Ourense sería, en ambos casos, un paso obligado. Todos los trenes directos que circulan a Madrid, Barcelona, León, Ponferrada o Euskadi pasan antes por los 130 kilómetros que separan la ciudad olívica y la de las Burgas. La alternativa es dar un rodeo por Santiago.
A pesar de su papel clave como puerta de entrada y salida a la ciudad más poblada de Galicia, la conexión del Miño entre Vigo y Ourense presenta sin embargo una infraestructura anticuada en la que no son extraños sucesos como los del martes. No hace ni dos meses que sufrió, de hecho, otro incidente cerca de Frieira. La misma línea, el mismo entorno y un problema similar. A mediados de diciembre los operarios de Adif se afanaban cerca de la estación de Frieira para reparar los desperfectos causados por un desprendimiento. Al igual que el del martes, afectó al servicio ferroviario durante varias jornadas, obligando a los pasajeros a realizar parte del trayecto por carretera.
En un comunicado emitido el miércoles, Adif y Renfe achacan el nuevo problema a “las intensas precipitaciones” con las que arrancó la semana. “Las importantes acumulaciones de agua provocaron el agrietamiento de un antiguo muro de mampostería colindante, junto a la estación de Frieira, que causa inestabilidad sobre la plataforma ferroviaria”, detallaban las dos operadoras, que no concretaban en su nota cuándo finalizarán las obras y se restablecerá el tráfico en la linea Vigo-Ourense-Monforte. “Los trabajos de reconstrucción del muro siniestrado se están viendo condicionados por la dificultad de acceso de personal y maquinaria, así como por la climatología”, zanjaban.
Ayer por la tarde, más de dos días después de que se suspendiera el tráfico, Adif reconocía no manejar aún fechas. “De momento los trabajos continúan y, por ahora, no hay previsión de restablecimiento del servicio ferroviario”, apunta el gestor de las infraestructuras. Hasta que Adif no dé por zanjado el problema, Renfe mantendrá el plan alternativo activado el martes: desvíos por Santiago para los Alvia Vigo-Madrid y transbordos por carretera para los viajeros del Alvia con Cataluña o el Regional con Ponferrada.
En la web oficial de Renfe, de hecho, ayer se incluían avisos para los servicios Alvia hasta el próximo domingo 21 de febrero. En el caso del tren que conecta Vigo con Madrid se incluye una nota que informa de que se seguirá “una vía alternativa” hasta Ourense. El motivo: “La interrupción de la vía” a causa de “las intensas precipitaciones”. Para el Alvia con Barcelona y el Regional de Ponferrada se anuncian “transbordos por carretera” entre Vigo y la urbe de las Burgas. De mantenerse el plan alternativo hasta el 21 de febrero habrá durado 14 días, dos semanas durante las que los pasajeros entre Vigo y Madrid circularán por Santiago. Desde el ámbito sindical se reconoce, en cualquier caso, que la previsión podría variar en función de la meteorología y el ritmo de los trabajos en Frieira.
Lo que deja pocas dudas es que los desperfectos que dejaron las borrascas de los últimos días están muy lejos de ser casos aislados. Sin necesidad de alejarse mucho, ni en el tiempo ni sobre el mapa, se encuentran un puñado de avisos relacionados con la línea. El 29 de diciembre de 2020 Adif informaba a través de Twitter de una “incidencia en la infraestructura” que había obligado a interrumpir la circulación entre Frieira y Arbo. El 29 de febrero de 2020 la misma cuenta advertía de que el paso de trenes estaba suspendido entre Frieira y Filgueira “por la existencia de ramas sobre la catenaria”. El 12 de noviembre de 2019 Adif alertaba de nuevo a sus usuarios sobre un bloqueo en el mismo tramo debido a “una incidencia en la infraestructura”, lo que afectaba a los convoye del tramo Ourense-Guillarei.
Fuentes sindicales estiman que la línea ha generado los últimos ejercicios una media de 200 incidencias anuales ocasionadas en su mayor parte por problemas con el material. No todas obligan, sin embargo, a interrumpir el servicio o derivan en transbordos y desvíos. En algunos casos las causa la maleza.
