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CIMALab, primer laboratorio que homologa la nueva barra antiempotramiento en Galicia

Prueba de colisión de un vehículo contra un camión con el dispositivo antiempotramiento CIMALab/DGT

El centro, el único que oferta en la comunidad los ensayos del dispositivo y la tramitación, entrega el certificado con las últimos requisitos a un fabricante nacional de camiones

Los requisitos de los sistemas antiempotramiento de los camiones, que evitan que los turismos queden aplastados bajo su parte trasera en caso de colisión, se endurecen a partir de septiembre para aumentar la seguridad. Y serán de obligado cumplimiento para todos los vehículos que se comercialicen desde esa fecha o que realicen alguna modificación en su estructura. CIMALab es el primer laboratorio gallego que ha realizado una homologación adaptada a la última enmienda del reglamento 58 de la ONU para Europa. El cliente es un fabricante español y el dispositivo certificado podrá utilizarse en camiones y semirremolques.

El centro, una marca registrada de la spin-off de la UVigo Quantum, es el único de la comunidad que oferta al sector carrocero un servicio completo, desde la realización del ensayo hasta la tramitación de la contraseña, lo que permite comercializar los dispositivos de protección en cualquier país de Europa.

Ensayo de una barra antiempotramiento en CIMALab CIMALab/DGT

“En CIMALab llevamos años buscando la forma de dar cobertura a las necesidades del sector, sobre todo, en Galicia, pero también en el resto de España. Y desde que diseñamos y fabricamos la máquina de ensayos éramos conscientes de que la normativa se iría modificando en cuanto a los esfuerzos que debe soportar la barra antiempotramiento y su geometría. Hemos dado un salto cualitativo y conseguido el hito de poder ofrecer también la homologación. Y además podemos hacerlo en un plazo de tiempo atractivo para los clientes”, destaca Marcos Barreira, director técnico del laboratorio, quien también avanza que trabajan en métodos de elementos finitos para realizar simulaciones.

"Hemos dado un salto cualitativo y conseguido el hito de poder ofrecer también la homologación"

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La maquinaria de los ensayos ya estaba acreditada por la ENAC (Entidad Nacional de Acreditación), pero los clientes tenían que acudir a otros servicios técnicos a la hora de solicitar la contraseña de homologación. Parar poder completar el proceso, CIMALab tenía que conseguir una designación, que en España concede el Ministerio de Industria. “Optamos por ir a Europa y estamos acreditados por Luxemburgo. Nuestras homologaciones tienen validez en toda la UE, de forma que desde esta esquina del continente cualquier fabricante puede homologar sus productos y venderlos en cualquier país”, apunta Barreira.

Las pruebas de choque han demostrado que la barra antiempotramiento no soportaría la fuerza del impacto de un turismo que circulase a más de 50 km/h, de forma que acabaría igualmente debajo de la caja del camión. Los nuevos requisitos de la normativa buscan salvar más vidas evitando que el dispositivo de protección ceda y facilitando que el vehículo pueda liberar parte de la energía mediante la deformación de los largueros, dando tiempo a que sus elementos de seguridad se activen.

“Cuando diseñamos la máquina de ensayos ya se intuía un aumento del esfuerzo para dar mayor protección. Nuestro primer cliente ha homologado el sistema para un modelo muy específico, que tendrá un uso muy determinado. A partir del 1 de septiembre, cualquier carrocero que fabrique vehículos con características muy particulares va a tener que desarrollar su propio dispositivo de protección trasera adecuado a la nueva normativa”, añade Barreira. 

Prueba de colisión de un vehículo contra un camión antes de las modificaciones CIMALab/DGT

El “crash test” de ambulancias, en breve

CIMALab estrenó a finales del año pasado sus nuevas instalaciones en Porto do Molle, una nave que requirió una inversión de más de 3,3 millones de euros y en la que en breve estará operativa una catapulta inversa para los ensayos de crash test de ambulancias.

“Los trabajos empezaron hace unos días y hoy [por ayer] empezó el montaje de la lanzadera, que tiene una longitud de unos 30 metros. Es una apuesta de futuro”, subraya el director técnico, Marcos Barreira.

La plantilla de CIMALab está integrada por 25 trabajadores, muchos de ellos formados en la UVigo. “Afortunadamente tenemos una universidad que siempre está ahí y de la que podemos nutrirnos. Y además los estudiantes de ingeniería ven interesante el trabajo del laboratorio”, añade. 

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