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El tango con una maquinaria genética extraordinaria

El catedrático Benito Regueiro aborda en una conferencia la inteligencia biológica del virus SARS-CoV-2 y su competición con la humana

El doctor Benito Regueiro, en la conferencia magistral Ricardo Grobas

“En una pandemia, hay dos inteligencias biológicas compitiendo”, explica uno de los referentes nacionales en la que se está viviendo, el catedrático de Microbiología Benito Regueiro. De un lado está el virus, “con un origen ancestral”. Del otro, los humanos, “que llevamos aquí cuatro días”. El objetivo de ambos es el mismo: “sobrevivir”. En este “diálogo”, el doctor destaca que es “muy importante conocer a quién te enfrentas” y considera que “la mayor parte de la gente” no lo sabe. “No se da cuenta hasta qué punto nos enfrentamos a una maquinaria genética extraordinariamente sofisticada y depurada”, añade. Más allá del daño causado, él ve a este coronavirus con otros ojos y comparte su visión para ampliar la de los demás. Ayer lo hizo con una conferencia magistral en la XLVIII Reunión Anual de la Sociedad Galega de Patoloxía Respiratoria (Sogapar) y la XXXIV Reunión Galaico Duriense.

Con esta charla ante un centenar de neumólogos gallegos y lusos, el jefe de Microbiología del Chuvi detalló las “habilidades especiales” y “asombrosas” de este virus y que “la gente desconoce”. “Son diez o doce muy sorprendentes, que hacen que desde el punto de vista de la biología sea una especie de maravilla genética”, subraya.

La que más le fascinan al doctor Regueiro son “el lugar de ruptura para la furina, una pequeña inserción molecular que le da la posibilidad no solo de superar una de sus mayores limitaciones –las mutaciones que le pueden hacer daño–, sino que mejora su capacidad de salto de especie”. Otra es “el comportamiento de la proteína no estructural 14, capaz de corregir las copias y los errores que pueda cometer al construirse el propio virus”.

¿Virus natural o de laboratorio?

Con todo esto, en el marco de la polémica mundial sobre si se trata de un virus natural o creado en laboratorio, llega a la conclusión de que “es excesivamente perfecto para que se nos haya ocurrido”. “Es una maquinaria tan perfecta que, con el nivel de ingeniería genética que somos capaces de realizar, no creo que se pueda llegar a esos niveles de sofisticación”, opina.

Esta docena de habilidades nuevas o depuradas con respecto a otros coronavirus “nos pueden complicar las cosas” y “explican muchas de las cosas que se han visto en la clínica”. Son cuestiones muy técnicas que ayer reveló a los neumólogos porque “están en primera línea y tienen que entender por qué el virus está haciendo más daño a un tipo de paciente que a otro”.

En cuanto a la población en general, sostiene que “la gente ha vivido en primera persona los esfuerzos para controlar la pandemia, pero no ha entendido qué hace el virus también para poder resistir”. “Hay que entender que todo el daño que ha hecho es colateral, no es su intención”, sostiene apostillando: “Tampoco con eso pretendo disculpar al virus”. “Somos dos inteligencias biológicas en un diálogo: lo que nosotros hagamos en una dirección, él va a producir contramedidas generando modificaciones en su estructura; y a los daños que él nos cree, nosotros vamos a crear contramedidas”, describe y añade: “Se necesitan dos para bailar un tango, es la idea que subyace a la pandemia”.

¿Se eliminará el virus?

El microbiólogo afina que no se trata de “una competición de eliminación: el virus quiere persistir otros 40.000 millones de años y nosotros también queremos sobrevivir”. Aunque la tarea que toca la humanidad es hacerlo desaparecer –que vuelva a un reservorio distinto que nuestra especie–, “de entrada”, no se ha conseguido y el doctor Regueiro tampoco ve “previsible” que se consiga.

“Discutiremos con el virus hasta llegar progresivamente a un acuerdo”, avanza y añade: “Desde el punto de vista biológico, es inevitable”. Mientras tanto, “hay muchas etapas intermedias”.

La estrategia “clara” de la humanidad es “intentar potenciar el sistema inmunitario con vacunas y, de una manera mucho más especializada, con su manipulación puntual”. ¿Y la del virus? “Probablemente convertirse en un virus más estable. Idealmente, le gustaría parecerse a un rotavirus [el que causa la gastroenteritis], que circulase todos los años sin causar problemas o sin problemas excesivos”. “Debería tender a la estacionalidad”

“Pero todavía está en una fase temprana del salto de especie”, advierte el catedrático. “todavía le queda trabajo por hacer” en su “fitness viral”. “Todo es un proceso de adaptación”, insiste y agrega: “Es la historia de la supervivencia de la especie”.

¿Y llegará la actual situación de Reino Unido aquí? “Su situación es el efecto de las decisiones de los ingleses y de la circulación de un sublinaje que tiene muy poquito más de transmisibilidad que el delta [el 4.2] que tenemos aquí, un 10% más”, defiende. La otra mutación de este sublinaje “disminuye un poco la sensibilidad de la vacuna sin afectarla excesivamente”. Pero en los que tengan una menor inmunidad, ocasiona más infecciones.

Sentidiño

Este sublinaje aún no ha llegado al área viguesa. “Pero puede llegar cualquier día, están circulando un montón de sublinajes que estamos continuamente vigilando”, cuenta el jefe de Microbiología del Chuvi. “Y surgirán más”, vaticina. Que la situación deje de estar tranquila “dependerá de la prudencia de la gente y de que sigan las recomendaciones que se les vaya haciendo”. El doctor Regueiro se siente “muy orgulloso del comportamiento de la población”. “Es extraordinariamente responsable, como se vio en la caída de la quinta la. Si la población se lo toma en serio, se controlan los picos”, defiende.

La sensación que tienen los profesionales es que se ha entrado en una “fase de normalidad”, en la que el SARS-CoV-2 empieza a dejar entrar a otros virus. La “apuesta personal” de Regueiro es que “va a venir una época más tranquila”, quizá con algún brote, pero no una ola. “Espero que lleguemos a las navidades con tranquilidad”.

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