El fin de semana se saldó con tres personas detenidas debido a desórdenes públicos que se produjeron durante la noche, en unos días que la Policía Local de Vigo calificó de "difíciles" debido al puente de la festividad de Todos los Santos y las fiestas de Samaín y Halloween.

La primera de ellas se produjo a las 07:20 horas del sábado, cuando una patrulla se desplazó a la calle Inés Pérez de Zeta tras ser alertados de la presencia de un individuo que tiraba de forma violenta de las manillas de los vehículos estacionados en la vía pública. Personados en la zona, los agentes siguieron al hombre hasta la calle Rosalía de Castro, donde golpeó la puerta de acceso a un local al que accedió a patadas.

El individuo se enfrentó a los agentes cuando estos le requirieron que se identificase, llegando incluso a agredir a uno de los policías. El varón, de 43 años y vecino de Moaña, fue arrestado por un delito de atentado.

Ya en la madrugada del domingo, a las 02:40 horas se produjo la segunda detención del fin de semana. En este caso, se trató de otro hombre que se había encarado con los porteros de un local de ocio nocturno que le habían impedido el acceso el estado en el que se encontraba.

Según la versión policial, el varón, de 24 años y natural de Marruecos, se negó a colaborar con los agentes, a los que increpó, motivo por el que arrestado por un supuesto de delito de desobediencia. Además, durante el cacheo al que fue sometido, los agentes localizaron cuatro teléfonos móviles sin que pudiese acreditar ser dueño de ninguno.

Media hora más tarde de este incidente, otra patrulla que se encontraba en la calle Arenal intervino en una pelea registrada a las puertas de una discoteca en la que participaban una decena de personas.

Uno de los agentes que mediaba fue agredido por la espalda por una mujer, que propinó una patada en la pierna a uno de los policías que separaban a los implicados en la reyerta.

Al acercarse a la mujer, ésta agredió con un bofetón a otro agente y volvió a pegar otra patada a otro de los policías. Tras ser reducida, la mujer, de 34 años y vecina de Vigo, fue detenida por un delito de atentado.