Acostumbrado a recibir los mayores y más fastuosos superyates que navegan por todo el mundo, Vigo ha recibido a otro ilustre de la navegación de recreo de gran lujo: el Moonrise. Un espectacular barco que si nunca pasaría desapercibido por su avanzado diseño mucho menos por la identidad de su propietario.
Su dueño es Jan Koum, cofundador de la red social WhatsApp junto a su socio Brian Acton y poseedor de una fortuna valorada por la lista Forbes en cerca de 10.000 millones de dólares. De origen muy humilde que le llevó a vivir de la beneficencia en Kiev, la capital de Ucrania, a mediados de los años noventa, cuando contaba con tan solo 16 años de edad, Koum aterrizó en California y en el país de las oportunidades pudo desarrollar su incontrolable pasión por la tecnología, en unos comienzos difíciles que le obligaron a vivir con bajos ingresos y subsidios que incluían vales de comida.
Por aquel entonces las barreras de seguridad tecnológica que hoy protegen a empresas y personas estaban poco desarrolladas y es ahí cuando Koum comenzó su imparable despegue. Al insaciable emprendedor pronto se le quedó corta la universidad y fue entonces cuando decidió centrarse en el desarrollo de sus propios proyectos, uno de los cuales, la aplicación de mensajería WhatsApp, fue vendida en 2014 a Facebook en cerca de 20.000 millones de dólares.
En una entrevista concedida a Forbes, Koum asegura que se le ocurrió bautizar así a la aplicación, pensando en la expresión en inglés “What is up?”, que en español significa algo así como “¿qué tal?” Hoy esta aplicación cuenta con 1.500 millones de usuarios repartidos por todo el mundo. En la venta de WhatsApp, Koum recibió alrededor de 2.000 millones de dólares en efectivo y 76 millones más en acciones de Facebook valoradas en 14.000 millones hace algo más de dos años, acciones que se han venido revalorizando en este tiempo. Por el camino, Koum ha donado más de 500 millones de dólares a organizaciones benéficas.
Apasionado coleccionista de vehículos deportivos “Porsche”, contando con una flota de más de 100 unidades, fue en 2018 cuando Koum decidió embarcarse en un nuevo proyecto lúdico, esta vez como armador. Así comenzó a germinar en astilleros holandeses el proyecto de lo que hoy es el Moonrise,
Botado en febrero de 2020 de gradas de Feadship -el mismo que construyó los dos yates de Amancio Ortega, Valoria B y Drizzle-, esta “luna naciente” que es como se podría traducir su nombre al castellano, acoge en un casco de 3.045 toneladas de registro bruto unas dimensiones de 99,95 metros de eslora por 15,5 de manga y 4,2 de calado.
Su vanguardista diseño exterior es obra de De Voogt Naval Architects. Construida sobre un casco de acero y una superestructura de aluminio, el superyate cuenta con capacidad para 16 invitados y 32 tripulantes que pueden viajar a una velocidad de crucero de 16 nudos, alcanzando los 19,5 de máxima. A Vigo llega en ruta de Vlissingen (Holanda) a la isla caribeña de Antigua para donde tiene previsto zarpar en dos o tres días, una vez mejore el estado de la mar. Según fuentes de la agencia Incargo Galicia, el Moonrise llega a Vigo tripulado por 27 personas y la pregunta del millón sobre si su dueño viaja a bordo fue contestada desde la embarcación por un lacónico “no”. Quizás ya esté esperando la llegada de su yate bajo el sol del Caribe.
