Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Diez años de carrera espacial

El lanzamiento del XaTcobeo en 2012 marcó el inicio de una exitosa trayectoria que incluye varias misiones, la spin-off Alén Space y la presencia de exalumnos en agencias como la ESA y empresas

14

Los hitos de la carrera aeroespacial viguesa R. V.

Vigo y Galicia vibraban hace diez años con su primera cuenta atrás espacial. El satélite XaTcobeo puso en órbita la tecnología desarrollada por un grupo pionero de profesores y alumnos de la Universidad y marcó el inicio de una exitosa trayectoria en un sector altamente exigente y competitivo. Y son muchos los hitos conseguidos desde entonces: varias misiones ejecutadas con acierto, la creación de la spin-off Alén Space y una rica cantera de estudiantes formados a lo largo de estos años y que hoy trabajan en la ESA y otras agencias y grandes empresas internacionales.

El XaTcobeo, el primer CubeSat lanzado por una universidad española, partió de la Guayana francesa el 13 de febrero de 2012 en el vuelo inaugural del cohete europeo Vega. Pero el cronómetro se había puesto en marcha unos años antes gracias a una antigua alumna de la Escuela de Telecomunicaciones. “Estefanía Sarmiento, que estaba trabajando en el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial (INTA) en ese momento, contactó con nosotros para proponernos un proyecto educativo bajo el auspicio de la ESA. Fue una de esas llamadas que cambian tu vida profesional y personal y un ejemplo de que cuando los egresados están contentos con la formación recibida son nuestros mejores embajadores”, reconoce el profesor Fernando Aguado.

Fernando Aguado, en la sala de control de satélites Marta G. Brea

La propuesta viguesa fue seleccionada y en junio de 2008 el entonces presidente gallego Touriño, Roger Walker, de la ESA, y el exrector Alberto Gago presentaron la misión en el campus.

"Fue un proyecto institucional desde el principio y una apuesta con ciertas incertidumbres porque el campo de los nanosatélites todavía no estaba consolidado"

decoration

“Ni sus capacidades ni la tecnología habían sido demostradas todavía y los riesgos eran mayores. De alguna forma, nosotros dimos los primeros pasos y nuestro objetivo era que aquello no quedase en un cajón, que tuviese continuidad”, destaca Aguado.

Tras un estreno inmejorable, la UVigo revalidó su éxito en las sucesivas misiones del satélite Humsat-D (2013), el Serpens (2015), fruto de la colaboración con Brasil, y el Lume 1 (2018), que acaba de cumplir tres años en órbita en plena forma. “La filosofía que aplicamos desde el principio fue la de hacer las cosas lo mejor posible. No lanzar un satélite por el hecho de hacerlo, sino formando a los alumnos y a los investigadores de acuerdo a los exigentes estándares de las agencias espaciales. Éste ha sido el éxito de nuestro trabajo y así lo han reconocido la industria y los organismos internacionales”, celebra el profesor Aguado.

A lo largo de la última década, la Agrupación Aeroespacial se ha reforzado con la creación de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio en el campus de Ourense y se han intensificado las cooperaciones con otras universidades y agencias internacionales en proyectos como RoboCrane, una propuesta para explorar las cuevas de la Luna que actualmente evalúan los responsables de la Agencia Espacial Europea (ESA).

  • Tecnología viguesa a la conquista del espacio

De forma paralela, el conocimiento generado dio lugar a la empresa Alén Space, que se ha convertido en una aliada para la Universidad y que, a pesar de su juventud, ya se ha hecho un hueco destacado en el sector. Participa en la primera constelación española de nanosatélites y también colabora con agencias como la ESA y Lapan de Indonesia.

El satélite vigués S. Corvaja

Sus fundadores proceden del campus y dos de ellos, Alberto Rodríguez y Diego Nodar, se integraron en el equipo del XaTcobeo desde el inicio. “El objetivo de formar a profesionales preparados para trabajar en el sector se cumplió de forma sobrada. Fue un germen para el resto de proyectos y de ellos surgió después Alén Space para transferir la tecnología al mercado. Y hoy Vigo ya se conoce en el mundo de los pequeños satélites”, destaca Rodríguez. 

“Todos teníamos un compromiso muy elevado”

Alberto González - Cofundador y Dir. de Tecnología de Alén Space

decoration

Dos momentos permanecen grabados en su memoria. El instante en el que el cohete Vega “desapareció” tras una nube y se vio un destello en las pantallas del Edificio Miralles –”Nos encogimos”, admite entre risas– y la portada del periódico del día posterior al lanzamiento en la que él y sus compañeros brindan exultantes con el rector Salustiano Mato.

Alberto González - Cofundador y Dir. de Tecnología de Alén Space

Tampoco se ha olvidado de la ceremonia en la que recogió el premio Vigués Distinguido en nombre de todo el equipo, que lo eligió por ser el más joven. “Tuve que decir que era de A Coruña y después el alcalde me lo comentó. Sentimos el apoyo de la ciudad entonces y también ahora. A la gente le generan interés y le hacen ilusión estos proyectos porque son inusuales”, comenta. 

El mundo aeroespacial no figuraba en sus planes pero se incorporó al proyecto desde el principio, en agosto de 2008. “Los estudiantes íbamos de clase al laboratorio y trabajamos muchas noches en el campus para cumplir los plazos. Todos hicimos una apuesta grande al principio y entrábamos al 100%, el compromiso era muy elevado”, resalta González, que conserva como recuerdo un pedazo del hilo que utilizaron para plegar las antenas del satélite.

Siguió trabajando en las siguientes misiones, después pasó al CINAE y, junto a otros compañeros formados en la UVigo, fundó Alén Space. En el ADN de la compañía está impreso el trabajo con los más altos estándares que les inculcó el profesor Aguado y hoy participan en destacados proyectos internacionales. “Tenemos muchísimo trabajo pero estamos muy contentos. Es el resultado del esfuerzo realizado en los últimos años, tanto en el desarrollo de tecnología como en la labor comercial de búsqueda de clientes. Colaboramos con importantes empresas de España y tenemos muy buena relación con agencias espaciales y universidades”, destaca. 

Lanzamiento del XaTcobeo a bordo del cohete Vega desde la Guayana francesa el 13 de febrero de 2022 ESA

“Esta aventura nació con mucho esfuerzo e ilusión, los ojos de los alumnos brillaban”

Fernando Aguado - Dir. Agrupación Aeroespacial de la UVigo

decoration

Con muy pocas horas de sueño y muchos nervios. Fernando Aguado, el profesor José Antonio Vilán y los alumnos Darío Hermida y Miguel López viajaron hasta la Guayana para asistir al lanzamiento del XaTcobeo.

Fernando Aguado en la sala de control de satélites Marta G. Brea

El cohete Vega superó los riesgos que supone un vuelo inaugural y 45 minutos después los radioaficionados ya recibían las primera señales del satélite: “Fue muy emocionante. Un día largo y muy intenso del que me acordaré toda la vida. Esta aventura nació con muchísimo esfuerzo e ilusión. Los ojos de los alumnos brillaban. Este tipo de retos, como otros que se llevan a cabo en la UVigo, son muy importantes porque tienen una trascendencia y un impacto y hacen que los estudiantes se impliquen y estén muy motivados”.

Mato brinda con alumnos y autoridades para celebrar el lanzamiento. González es el 3º por la izq José Lores

El equipo de Aguado puso a Vigo y a su universidad en el mapa aeroespacial gracias a la experiencia que acumulaban los investigadores de las escuelas de “Teleco”, Industriales e Informática y al tesón de los estudiantes que se implicaron en el desarrollo del satélite. “Se demostró que con un equipo multidisciplinar y un buen apoyo institucional se pueden realizar proyectos que perduren y que cumplan nuestra misión de formar a los alumnos, investigar y hacer transferencia a la sociedad. Y ejemplos como éste hay más en nuestra universidad”, destaca.

La apertura de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio en Ourense reforzó estas capacidades específicas y “cerró el círculo tecnológico”. “Contamos con un equipo formado por ingenieros mecánicos, electrónicos, de software, aeroespaciales y de telecomunicaciones. La agrupación es una marca que integra varios equipos que cooperan en diferentes proyectos y en total somos unos 20-30 profesores colaborando”, explica Aguado.

El grupo de Tecnologías Aeroespaciales al que pertenece ya ha remitido a la ESA el proyecto para explorar las cuevas de la Luna elaborado junto con la Universidad de Oviedo y Alén Space. Y actualmente también participan en el consorcio europeo WiPTherm, junto con socios franceses y portugueses. “Se trata de una tecnología disruptiva para transferir energía a través de láseres que en el futuro podrían utilizar los satélites en misiones de espacio profundo”, detalla.

“Desde que comenzamos, los resultados han ido muy positivos. La cooperación con otros países se ha reforzado. Seguimos buscando nuevas misiones en el nuevo programa de proyectos europeos, la colaboración con el campus de Ourense es muy positiva y también tenemos mucho apoyo del centro atlanTTic, que tiene el espacio como una de sus áreas prioritarias”, añade.

Aguado agradece el respaldo de la ciudad en todos estos años –”Fue muy gratificante para todo el equipo recibir el título de Vigués Distinguido”, recuerda– y hace hincapié en los graduados y doctorandos de la UVigo que hoy trabajan en agencias como la ESA, participando en misiones del espacio profundo o en las operaciones de Galileo, así como en otros grandes proyectos internacionales.

El balance de los últimos diez años y las perspectivas de futuro demuestran que su empeño por incluir a Vigo en el mundo de los satélites no era una propuesta descabellada: “El NewSpace, basado en CubeSat y satélites con plataformas pequeñas nunca sustituirá a las grandes misiones, pero sí es muy buen complemento y esto ya se está aceptando. Son estupendos desde el punto de vista educacional y como demostradores de tecnologías, y cada vez más se ve su utilidad como complemento en misiones científicas y comerciales”. 

“Son proyectos que forman a los ingenieros del futuro”

Franco Pérez - Ingeniero en la ESA

decoration

El proyecto del XaTcobeo fue su “primer contacto” con el mundo aeroespacial mientras estudiaba en la Escuela de Telecomunicaciones. “Fue una de las mejores decisiones que pude tomar. Me di cuenta de que era lo que me apasionaba y a lo que quería dedicarme. Me abrió la mente y decidí seguir mi carrera por aquí como muchos otros compañeros. Participé en otras misiones, también estuve un tiempo con el grupo de Alén Space y hace tres años y medio me llamaron de la ESA para trabajar en misiones interplanetarias, en el espacio profundo. Estoy muy contento. Los programas educativos como el del XaTcobeo hacen cantera, crean a los ingenieros del futuro”, asegura.

Franco Pérez - Ingeniero en la ESA

Desde el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial (ESTEC) de Noordwijk (Países Bajos), aplaude la formación recibida en sus estudios y en las misiones de la UVigo. “Me doy cuenta de la buena forma en la que se desarrolló todo. Aprendimos muchísimo y esa experiencia nos ha ayudado mucho en las entrevistas de trabajo”, reconoce.

Franco Pérez pertenece al departamento de sistemas de CubeSats y la principal misión en la que está implicado, Hera, tiene como objetivo la defensa de la Tierra ante la posible amenaza de un meteorito. El pasado noviembre, la NASA lanzó la nave DART, que tiene previsto alcanzar en octubre de 2024 el asteroide binario Didymos. Impactará sobre su luna, de 160 metros de diámetro, para que los científicos puedan determinar si es posible modificar su trayectoria simulando un posible acercamiento a nuestro planeta.

Y en este proyecto de cooperación internacional en el que participan varios países, además de EE UU y Europa, la ESA lanzará la sonda Hera con dos CubeSats a bordo para determinar en qué medida es posible modificar la órbita del asteroide. “Haremos observaciones in situ, muy cercanas. Y también se podrán caracterizar sus propiedades físicas y estudiar el material de que está formado”, explica Pérez.

Compartir el artículo

stats