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Inversores y empresarios del sector pesquero adquieren edificios para crear pisos turísticos

Valoran la rentabilidad de estos alojamientos, de un 8,5% | El bum previsto de estas viviendas derivará en un aumento del precio del alquiler tradicional

Imagen de fondo: edificio en la calle Cesteiros con pisos turísticos en su totalidad. / Alba Villar

El músculo del ladrillo coge cada vez más fuerza en Vigo. Inversores, entre los que se encuentran empresarios de la industria pesquera, ponen el ojo en terrenos –sobre todo, tras la aprobación inicial del Plan Xeral de Ordenación Municipal, lograda a finales del pasado mes de agosto– y edificios en construcción y para reformar con el objetivo de dedicar la totalidad de las viviendas o una parte a uso turístico, una vertiente que presume de mayor rentabilidad que el alquiler tradicional. Confirman fuentes del sector que, en determinados casos, los promotores inmobiliarios, cuando terminan las obras de un bloque, optan por poner en el circuito vacacional los alojamientos a la espera de lograr un comprador para sacar beneficio a corto plazo. Son empresas externas las que se encargan de gestionar estos arrendamientos destinados a los turistas.

“El alquiler de temporada es un segmento que no se contempla en el anteproyecto de la nueva Ley de Vivienda"

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La evolución del turismo en la ciudad, con los encantos de las islas Cíes y la Navidad de los millones de luces como banderas clave, así como el mayor rendimiento económico que tienen las viviendas vacacionales, justifican este tipo de operaciones, que serán más habituales con el paso de los meses. El presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) y la Asociación de Empresas Inmobiliarias de Vigo (Asemi), Benito Iglesias, anota una razón más: “El alquiler de temporada es un segmento que no se contempla en el anteproyecto de la nueva Ley de Vivienda, que penaliza a los grandes tenedores de viviendas, es decir, a empresas con más de 10 viviendas. Los grandes tenedores, entonces, las derivan a viviendas vacacionales, que, además, les dan más rentabilidad. Suelen interesar los edificios de tres, cuatro o cinco alturas”.

Benito Iglesias avanza que esta situación, sumada al aumento del IPC (Índice de Precios de Consumo), “provocará que el alquiler en Vigo sea más caro y con mucha menos oferta de vivienda en alquiler tradicional que en la actualidad”. Concreta que la rentabilidad en este tipo de propiedades en la ciudad es del 5,2%, cifra que asciende hasta el 8,5% en el caso de las turísticas. “Es entendible que las empresas y particulares con liquidez, así como los fondos de inversión, apuesten por este tipo de operaciones”, apostilla. El municipio vigués ya cuenta prácticamente con tantos pisos turísticos – 691, según el Registro de Empresas y Actividades Turísticas de Galicia (REAT)– como viviendas libres para arrendar –según estimaciones de Fegein y Asemi, en torno a 700–.

La cifra de viviendas vacacionales está a punto de llegar a 700 en el municipio

Fuentes del sector destacan que el ladrillo seguirá siendo, con diferencia, uno de los pilares de la economía de Vigo en los próximos años debido no solo a la escasa oferta actual, sino también a la aprobación definitiva del Plan Xeral de Ordenación Municipal, que se espera en 2023 y traerá bajo el brazo más de 50.000 viviendas, y a la llegada de trabajadores. También se ve beneficiado ahora por los bajos tipos de interés. La presencia en la ciudad olívica de promotoras de calado como Gestilar –que se encarga de dar vida al nuevo Barrio do Cura– o Avintia Inmobiliaria –responsable de la promoción El cielo de Vigo, en la calle Barcelona–, confirman este escenario.

Edificio en la calle Cesteiros con pisos turísticos en su totalidad. / A.V.

Es “competencia desleal”

El sector hotelero muestra su “preocupación” por el bum que se prevé en la cifra de viviendas turísticas en la ciudad, que ganarán protagonismo, sobre todo, en el casco urbano. El presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros, lamenta la “competencia desleal” de este tipo de alojamientos frente a las opciones tradicionales. “No le echo la culpa a los promotores o a los propietarios, sino a la ley [autonómica], que hay que cambiarla. A la hora de desarrollar la actividad, sus requisitos son mínimos; a los hoteles, nos exigen unas dimensiones determinadas, planes de emergencia, detectores de humo, controles sanitarios, controles exhaustivos de los ascensores por ser de alta actividad y obligatoriedad de tener aire acondicionado, entre otros requerimientos”, expone.

Sánchez-Ballesteros destaca que son viviendas “que no aportan calidad al destino”. “Conforman el low cost de los alojamientos y, en muchos casos, suponen problemas para los vecinos porque se usan para fiestas con 15 o 20 personas dentro. Nadie sabe quién entra, a diferencia de los hoteles, que debemos pasar la relación de clientes a la Policía”, indica antes de dejar claro que esta expansión de los pisos turísticos provocará tal aumento de los precios del alquiler que obligará a los ciudadanos que residen todo el año en el centro de la urbe olívica a abandonar esta zona.

CLAVES

  • Rentabilidad más alta

    El rendimiento económico que da un piso turístico en la ciudad olívica es del 8,5%. Deja atrás el 5,2% de viviendas destinadas al alquiler tradicional.

  • Aumento de los precios

    Una de las consecuencias del aumento de pisos turísticos es la subida de los precios de arrendamientos tradicionales, ya en cifras de récord.

  • Críticas de los hoteles

    El sector hotelero denuncia que la competencia de los pisos turísticos es desleal porque no deben cumplir los mismos requisitos que el gremio.

“Preguntan a menudo. Hay mucho interés”

Pablo Conde, director de atención al cliente de anfitriona.es, empresa que gestiona casi un centenar de pisos turísticos en Vigo, asegura que “hay mucho interés” por parte de los inversores y, en concreto, de los empresarios del sector pesquero en operaciones inmobiliarias destinadas a la puesta en el mercado de viviendas turísticas: “Nos preguntan a menudo. Es un modelo de alquiler que funciona francamente bien en Vigo y da una rentabilidad alta; irá a más”.

Adelanta que, en los próximos meses, va a haber “edificios completos a disposición de los clientes”. Uno de los que ya funciona solo para alojamientos vacacionales es el que se levanta en el número 15 de la calle Cesteiros, en el Casco Vello. Cuenta con ocho apartamentos: “Nos juntamos un grupo de profesionales, propietarios, clientes, amigos, compramos el edificio, y lo adecuamos a su nuevo uso, mobiliario, pintura y poco más”.

Conde añade que, en la actualidad, están en marcha dos proyectos similares. Uno, en la calle Ecuador; el otro, en el Casco Vello. Un empresario de la industria pesquera y un grupo de inversores particulares llevan las riendas de estos proyectos. Se prevé que empiecen a dar servicio en los próximos meses. “Son operaciones que van más lentamente que en ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla, pero, con el paso del tiempo, empezará a haber más alojamientos de este estilo en la ciudad”, apostilla.

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