Los dueños de perros de Vigo se lanzan a hacerles seguros pese a no ser aún obligatorios

La ley estatal de Bienestar Animal entró en vigor el pasado 29 de septiembre y uno de los aspectos que más dio que hablar durante la tramitación fue la necesidad de que todos los perros estén cubiertos por un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños a terceros, y no únicamente los de raza peligrosa. El Gobierno dejó finalmente en suspenso esa obligatoriedad hasta que apruebe el reglamento necesario que desarrolle este precepto. Pero mientras el ejecutivo esté en funciones no puede hacerlo. Sin embargo, en el imaginario colectivo quedó la idea de la exigencia de suscribir esa póliza y, en caso de no hacerlo, poder exponerse a multas.

Por eso las oficinas de compañías de seguros y las corredurías de Vigo están suscribiendo en las últimas semanas un “elevadísimo” número de seguros de responsabilidad civil para perros. “Lo cierto es que estamos firmando bastantes, es algo que sí que nos está llamando la atención”, explica María, comercial de Santalucía en la zona de Teis. Otras oficinas tanto de esta como de otras aseguradoras confirman esta tendencia. Desde la central de Santalucía en Vigo informan que los dueños de mascotas apuestan por los extremos: “O bien contratan pólizas únicamente de responsabilidad civil u otras muy completas, que incluyen también gastos como los de incineración o veterinarios”.

Desde una de las sucursales de Allianz en Vigo explican que las pólizas que cubren los daños a terceros para mascotas tienen un coste de entre treinta y cincuenta euros al mes y se asegura un capital de unos 150.000 euros.

Hay que tener en cuenta que hasta que este debate ha entrado en vigor, y las compañías han empezado a crear seguros específicos para animales de compañía, muchos dueños de perros estaban ya cubiertos gracias a las garantías de responsabilidad civil privada o familiar que suelen incluir los seguros del hogar si el animal causaba daños a un tercero. Y es que en caso de no estar protegido por nada, si un perro causa daño a otros animales, personas o cosas, el dueño será el responsable y puede verse abocado a pagar una indemnización.

En los seguros para mascotas, además de cubrir los daños a terceros, las compañías incluyen más garantías. Por ejemplo, Santalucía asume defensa legal en procedimientos judiciales como consecuencia de reclamaciones de responsabilidad civil derivada de los hechos garantizados y también se encarga de los gastos judiciales y costas propios del siniestro causado por el perro.

Otra de las ventajas es que se pueden incluir los gastos veterinarios, que en algunos casos cubren hasta los mil euros por enfermedad del animal. Mapfre recuerda que, además de las revisiones, puede que el perro necesite hacer uso de las urgencias, permanecer en estancia hospitalaria o someterse a una cirugía más o menos compleja, cuyos precios son más económicos si se dispone de un seguro.

¿Y en qué casos se estaría protegido con las nuevas pólizas? Tal y como apuntan desde Allianz, si el perro se escapa, choca contra un ciclista y causa un accidente; si la mascota salta al jardín del vecino y le estropea la colección de bonsáis o si un niño se acerca a tu perro y éste se asusta y le hace daño, entre otras muchas situaciones que se pueden dar perfectamente.

De momento, sin embargo, pese a las dudas generadas en las últimas semanas y pese a que la obligatoriedad llegará de un momento a otro, actualmente solo es preceptivo tener contratado un seguro para aquellos perros de razas consideradas potencialmente peligrosas, que pueden atacar de forma agresiva y causar daños importantes, como pitbull terrier, rottweiler, dogo argentino, o akita inu, entre otras.

El curso de tenencia de animales, también en “stand-by”

Otra de las novedades estrella de la nueva ley de Bienestar Animal es el curso de tenencia de mascotas, otra medida que sin embargo se encuentra pendiente de que el Gobierno apruebe un reglamento propio que lo desarrolle. Por tanto, no es obligatorio. El objetivo de esta propuesta es lograr el “abandono, maltrato y sacrificio cero” de los animales de compañía, planteando la necesidad de realizar este examen, aun por concretar, así como un curso de formación online, que tendrá validez indefinida una vez superado.

Mediante esta formación, se pretende que el propietario desarrolle unos conocimientos básicos “en el manejo, cuidado y tenencia de animales”. Cuando su obligatoriedad entre en vigor, el régimen sancionador puede llegar hasta los 600.000 euros.

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