El preestreno del AVE vigués con Madrid

Hoy, 27 de abril de 2024, es un día que pasará a la historia ferroviaria de la ciudad. Sobre las 13.00 horas llegó a la estación de Urzáiz (Vialia) un AVE –un Talgo Avril S-106– con más de medio millar de pasajeros: personas vinculadas a Renfe –se espera que esté su presidente, Raúl Blanco– y el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, es decir, sin viajeros convencionales–. Irá al 100% de ocupación.

Se trata de una simulación comercial para comprobar si los tiempos del viaje entre Madrid y Vigo se ajustan a los planificados –poco más de cuatro horas– y para certificar que todo está en orden antes del estreno, que llegará el próximo 21 de mayo ya superadas con éxito las fases de homologación y pruebas.

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Los pasajeros, que salen desde Madrid-Chamartín a las 8.38 horas, pasarán más tiempo del habitual en el punto de destino, en este caso, Vigo, para poder degustar más tranquilamente la gastronomía gallega. Se marcharán sobre las 17.10 horas y la entrada en Chamartín se prevé antes de las 21.30 horas.

El jueves, Asturias protagonizó una prueba similar a la que Vigo vivirá mañana. Antes de parar en Vialia, el AVE pasará por Zamora, Ourense, Santiago de Compostela, Vilagarcía de Arousa y Pontevedra. La simulación comercial con AVE desde Madrid y de vuelta a la capital le tocará a A Coruña el 10 de mayo.

Los tiempos de viaje desde y hacia Madrid que ofrecerán los nuevos trenes Avril desde el 21 de mayo arrojan una velocidad media de 157,6 y 150,3 kilómetros por hora, las segundas más bajas entre las 15 rutas de Renfe con estos servicios.

Pese a la ilusión por ver cumplida la llegada del tren bala tras años de promesas, el recorte de 16 minutos hasta las cuatro horas y seis minutos de viaje está muy lejos de las 3.35 horas prometidas por el Ministerio en enero, cuando llegó por primera vez el Avril a Vigo con el ministro Óscar Puente y los Reyes Magos. ¿El motivo? Una mezcla entre una red que obliga a desviarse por Santiago ante la inexistencia de un trazado directo.