Día del Trabajo

Empleadas domésticas alzan la voz unidas y autoorganizadas

El sindicato de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados (Sintrahocu) agrupa en Vigo a 280 mujeres, en su mayoría migrantes, para luchar por condiciones laborales dignas y frenar abusos

Integrantes del sindicato de trabajadoras de hogar y cuidados Sintrahocu en Vigo.

Integrantes del sindicato de trabajadoras de hogar y cuidados Sintrahocu en Vigo. / José Lores

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Se muestran muy ilusionadas y especialmente agradecidas porque no es habitual, no es muy común que alguien se siente con ellas y “nos escuche, algo que nos duele, porque soportamos mucha carga laboral, familiar, personal y también muchísimos abusos”, confiesan. Han hecho camisetas y están muy emocionadas porque este 1 de mayo las lucirán orgullosas en la manifestación del Día de los Trabajadores y Trabajadoras, una cita a la que acudirán para marchar juntas con ilusión y esperanza, autoorganizadas y con el objetivo de dar visibilidad a que, en Vigo, las trabajadoras domésticas por fin se han unido para luchar por unas condiciones laborales dignas y erradicar los abusos que siguen sufriendo en el día a día.

“En mi primera casa viví maltrato y discriminación. Me gritaban y tiraban alimentos al piso, que luego yo tenía que recoger, además, tenía que limpiar el baño arrodillada. Me salían las lágrimas y disimuladamente me las limpiaba, porque tengo tres hijos y si no aguantaba... pero claro, lo que pasaba es que yo no conocía mis derechos. Parece que hablo de una esclavitud de hace tiempo, pero no, hablo de Vigo, año 2023 y recién llegada aquí”.

“En muchos de los matrimonios que vienen de otros países, la que encuentra trabajo es la mujer, es la que lleva el sustento principal, y es imposible una conciliación. En algunas casas, permiten a la empleada llevar al menor con ella, pero no es lo normal. Lo habitual es que las madres tengan que dejar a sus hijos a cargo de sus compañeras de piso o solitos en habitaciones, porque viven en pisos compartidos e incluso en pisos turísticos, para irse a trabajar. Muchas están internas y solo pueden verlos el día de descanso”.

Sentadas en la terraza de A Morada, lugar al que acuden cada viernes para reunirse, tomar decisiones sobre el rumbo que ha de tomar la entidad que están construyendo y dar información a las recién llegadas, Elisabeth, Melisa, Jenny, Adis, Arisaí, Carol, Ania, Judith, Paula e Isabel comparten sus experiencias como empleadas domésticas y mujeres migrantes y abordan el punto de inflexión que ha supuesto para ellas el sindicato de trabajadoras del hogar y los cuidados Sintrahocu, una agrupación que se gestó en Madrid en 2021 y se extendió a Vigo, en donde ya se ha convertido en referente para otras ciudades españolas al amparar y prestar apoyo a 280 mujeres vinculadas al sector.

Me gritaban y tiraban alimentos al piso, que luego yo tenía que recoger, además, tenía que limpiar el baño arrodillada

Estas integrantes de Sintrahocu definen a esta red de apoyo que están tejiendo en Vigo como una “herramienta fundamental para reivindicar nuestros derechos. Queremos que se valore nuestro trabajo, porque hay racismo, esclavitud, explotación laboral y abusos sexuales. Queremos frenar esto, regular los horarios de las internas, los salarios, que se cumplan los contratos y velar por nuestra salud mental. Pero además de ser reivindicativas, sobre todo somos un sindicato social y humano, porque también somos esa mano amiga que ayuda a las recién llegadas, dándoles su tiempo, porque en muchos países estar sindicada es un riesgo, pero somos esa red que está ahí cuando necesiten conocer la cultura de aquí, enseñándoles a cocinar y a limpiar para que entren en el mercado laboral, por ejemplo, o a empadronarse, gestionar la tarjeta del autobús o la sanitaria, entre otros”, señalan.

Además de ser reivindicativas, somos un sindicato social y humano, porque también somos esa mano amiga que ayuda a las recién llegadas

Afirman que el suyo es un colectivo realmente machacado y muy olvidado, teniendo que soportar todo tipo de humillaciones: “Desde empleadores que piensan que eres de su propiedad y hacen proposiciones indecentes a hombres a los que cuidas y te quieren tocar. Además del racismo, con personas que nos exigen que limpiemos arrodilladas o que nos digan que en nuestro país ni sabemos comer y que somos todos unos indios”, cuentan. Pero ahí las están, más fuertes que nunca, cabeza alta, mirada firme y dignidad intacta, porque están unidas y, tal y como aseguran, “la ilusión derriba todas las barreras”.

Manifestaciones en la ciudad por el primero de mayo

Como cada primero de mayo, Vigo será una de las grandes ciudades gallegas que hoy se movilizará para dar visibilidad a las reivindicaciones de la clase trabajadora. Como viene siendo habitual en los últimos años, están convocadas dos marchas que recorrerán el centro de la ciudad por separado. Así, CC OO y UGT se echarán a la calle por el pleno empleo, reducir la jornada laboral y subir los salarios, partiendo del cruce de Vía Norte con Urzáiz a las 11.30 horas. Por su parte, la CIG saldrá media hora más tarde de A Doblada por el trabajo digno, por la paz y contra el imperialismo.

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