La Praza da Leña de Pontevedra recibe su nombre del combustible que se vendía en el lugar para las antiguas cocinas. Este espacio tan tradicional y hermoso de la ciudad pontevedresa, con su cruceiro en el centro, casas típicas con soportales y galerías y algunos de los edificios del Museo Provincial, ha sido fuente de inspiración de pintores y fotógrafos y también lo ha sido para Iñaki Bretal, el joven cocinero del grupo Nove que hace once años decidió abrir aquí el restaurante Eirado da Leña, un espacio, como dice él mismo, pensado para que el comensal se sienta cómodo y a gusto, donde se cocina "lo mejor del mejor producto" sin olvidar nunca las raíces.

La afición a la cocina le viene desde niño, viendo a su madre, y después supo que quería hacer de su vocación su profesión. Por eso se formó primero en el Centro Superior de Hostelería de Santiago para seguir afianzando la trayectoria en Madrid -donde adquirió una buena base de pastelería y repostería-, en Santiago, en Vigo, Barcelona o Santander, además de parada en otras cocinas de fuera, Alemania, Japón o Toronto entre ellas.

Tras enriquecer ampliamente su conocimiento profesional, hace once años se decidió a dar el paso de abrir establecimiento propio, primero como pequeño restaurante gastronómico con espacio para tapería, luego como lo que es hoy Eirado da Leña, un nombre que aporta la creatividad y garantía de pertenecer al grupo Nove y cuya reputación va más allá de Galicia.

"La gastronomía de Eirado tiene raíces gallegas eso es indudable, mimamos el producto y controlamos los puntos de cocción, vamos a la exactitud", refiere el chef. En esta nueva cocina gallega las alternativas son siempre las que ofrece la temporada. Los pescados son los de la lonja de Ribeira, las guarniciones proceden de la cosecha de la agricultura ecológica del entorno, "porque los platos siempre se acompañan de lo que estén cultivando los productores en ese momento. Ahora mismo el pescado puede ir con una vinagreta de cerezas o una crema de zanahorias, eso es ahora porque la semana que viene ya no habrá estos productos. La carne la acompañamos con miniverduras también del momento", cuenta Iñaki.

En una carta que va cambiando con lo más fresco y mejor del mar y de la huerta también hay espacio para las mejores carnes del país. "Siempre tenemos picaña, lomo o rabo de vacuno de Bandeira", dice este cocinero reputado que mantiene asimismo en el catálogo de O Eirado "el pichón de Brest porque hay clientes habituales que lo piden".

Sensaciones

En este restaurante en el que siempre se sale con buen sabor de boca, tanto por sus elaboraciones como por el trato al cliente, las sensaciones llegan también a través de los postres caseros entre los que hay una variada oferta con chocolates en forma de brownies, coulants y otras apetitosas apariencias. Los platos seducen los sentidos acompañados de una cuidada carta de vinos.