Una fría y nebulosa mañana de primavera la escritora Virginia Woolf salió de su casa de campo en Rodmell, en el condado de Sussex, en su habitual paseo por las marismas cercanas al río Ouse, antes de su desembocadura en el canal de la Mancha. En la orilla rellenó con pesadas piedras los bolsillos de su abrigo, dejó clavado en la arena el bastón en el que se apoyaba y se internó en la corriente del río para hundirse para siempre en sus aguas. Nunca nadie ha podido averiguar las causas concretas de su suicidio. Dejó una nota para su marido en la que decía: “No creo que dos personas puedan haber sido más felices de lo que nosotros hemos sido”. Era el 28 de marzo de 1941, hace ahora 80 años.
La mañana en la que decidió suicidarse Virginia Woolf había salido de Monk’s House, la casa en la que había escrito la mayor parte de su obra. Vivía allí con su marido, su mejor apoyo en la superación del trastorno bipolar que la afectaba y en las frecuentes depresiones que sufría desde que era muy joven, agravadas aquellos días por los bombardeos nazis sobre Londres (en uno de ellos fue destruida la casa que tenían en esta ciudad) y el pánico a una invasión de las tropas de Hitler.
Una feminista intelectual
En los primeros años del siglo XX, en el 46 de Gordon Square, un caserón del barrio londinense de Bloomsbury, se reunían las tardes de los jueves un grupo de jóvenes inquietos, aficionados al arte y a la literatura, para hacer propuestas y discutir sobre la sociedad, la política y la cultura de la época. Con los años se les conoció con el nombre del barrio en el que celebraban aquellas reuniones, el Círculo de Bloomsbury.
Sus nombres: Lytton Strachey, Leonard Woolf, Saxon Sidney Turner, Clive Bell y Thoby Stephen, fundador y aglutinador del Círculo. Habían sido educados en la élite universitaria del Trinity y el King’s College de Cambridge y lo que los unía era su crítica al conservadurismo y a las costumbres convencionales heredadas de la Inglaterra victoriana.
Con el tiempo también frecuentaron las reuniones el escritor E.M. Forster, el economista John Maynard Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein. En el Círculo había una mujer que compartía los presupuestos ideológicos de aquellos jóvenes inconformistas y que se convirtió en la personalidad más destacada del grupo. Se llamaba Adeline Virginia Stephen y era hermana de Thoby. De su matrimonio con el editor judío Leonardo Woolf adoptó el nombre con el que firmaba sus libros.