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“Margiris”, el controvertido titán

El “Margiris”, atracado ayer en Beiramar Ricardo Grobas

El Beagle FI es, con algo más de 100 metros de eslora, uno de los pesqueros de mayor envergadura de los que operan desde un puerto gallego. El Lodairo, con 4.290 GT (gross tonnage, arqueo bruto), entra en el pódium por su capacidad. Pero pueden parecer poco más que un juguete al lado del Margiris, que ayer recaló en Beiramar para someterse a tareas de mantenimiento.

El segundo mayor pesquero del mundo recala en Vigo por mantenimiento. Sextuplica el tamaño de los principales pesqueros gallegos de gran altura

Es el segundo mayor pesquero del mundo, con 9.500 GT y 142 metros de eslora. Una nave tan grande como controvertida; ha tenido que escapar de unos cuantos puertos, por la presión de grupos ecologistas y entidades sociales que lo consideran un exponente de la depredación en el mar.

El “Margiris”, atracado ayer en Beiramar Ricardo Grobas

Construido en 1985 en el desaparecido astillero Tacoma Boatbuilding Company –reformado en el 97 en Noruega–, tiene bandera de lituania. Es propiedad de una de las mayores compañías pesqueras de Europa, Parlevliet & Van der Plas, abonada a los colosos. Suyo es también el arrastrero congelador Annelies Ilena, con pabellón de Polonia y 144,6 metros de eslora. Este sí es, a día de hoy, el mayor barco de pesca del mundo.

Annelies Ilena, el mayor pesquero del mundo, es de la misma armadora que el Margiris. PVP

Todo en el Margiris es extraordinario. Por ejemplo, su capacidad es superior a la que suman todos los barcos de palangre de fondo y enmalle registrados en Galicia. Que son 46. Otro: es seis veces más grande, también en GT, que la media de los pesqueros gallegos de gran altura. Es la antítesis de lo ordinario: solo él es capaz de capturar y congelar 250 toneladas de pescado al día, a través de un inmenso aparejo que extiende sobre una superficie equivalente a seis campos de fútbol y un parque de pesca con bombas y cintas transportadoras. Sus especies objetivo son la caballa, el jurel y la sardina. Permanecerá en Vigo en torno a una semana, en el dique que habitualmente utilizan los arrastreros que operan en Malvinas; han podido evitar tremenda comparación.

El Margiris, en plena maniobra de arrastre. Greenpeace

Polémico

En septiembre de 2019, el Margiris dejó huella mediática en la prensa británica. Según los datos obtenidos entonces por el diario Independent, llevaba tres semanas capturando unas 68 toneladas diarias de jurel, y otras dos de sardina. Entidades como Greenpeace amplificaron su crítica a este tipo de buques en las redes, y acusaron a Parlevliet & Van der Plas de aniquilar a cientos de delfines. “Siempre respetamos la ley, las capturas accesorias ha sido nulas en el Margiris. Solo producimos para consumo humano, y el pescado se exporta al Lejano Oriente y a África”, apuntó un portavoz. Producto low cost. Se inició incluso una campaña de recogida de firmas, registrada en la web de peticiones del Gobierno británico, para prohibir la actividad de súper arrastreros en sus aguas. “El gobierno no tiene planes inmediatos para prohibir los súper arrastreros en las aguas del Reino Unido”, respondió Downing Street.

El Margiris, en el Canal de la Mancha.

No fue su único contratiempo. El Margiris había tenido varios nombres, pero a comienzos de la pasada década fue rebautizado como Abel Tasman, en honor al explorador y marinero holandés que cartografió, con su equipo, la costa de Australia. No le sirvió como gancho para operar en este país de las Antípodas, que lo acabó expulsando. La armadora llegó a intentar, sin éxito, conseguir una licencia para que el buque operara como factoría flotante. Irlanda o Chile también exhibieron un cartel de not welcomed (no bienvenido).

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