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De sabios es rectificar

Un tiburón marrajo dientuso. IEO

La respuesta que el comisario de Pesca y Medioambiente, el Sr. Sinkevicius, dio en el Parlamento Europeo al gallego Francisco Millán Mon, respecto al arbitrario enfoque que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miterd) mantiene en el asunto del marrajo dientuso, y en especial en el Atlántico norte, da la razón a los planteamientos que desde hace muchos meses esgrime nuestro sector palangrero de superficie gallego, que representa a la mayor parte de la flota española que pesca grandes migradores en alta mar, ante el muro de incomprensión del Miterd respecto a este problema.

Que la respuesta parta de este comisario, especialmente sensible en cuestiones ambientales, refuerza el ánimo de un sector especialmente golpeado en sus mercados por la pandemia, que a pesar de sus dificultades operativas como flota de larga distancia no ha dejado de abastecer el mercado comunitario. De igual argumentario que la Comisión y con similar apoyo a nuestro caso trabajan la Consellería do Mar y el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, a cuyos titulares y equipos podemos suponer casi tan frustrados como los propios pescadores, a la vista de la inamovible postura y de la cruzada que desde Transición Ecológica vienen liderando por el asunto en Bruselas.

¿Realmente un Ministerio que también se llama de Reto Demográfico puede permitirse no apoyar una pesca cada día más sostenible, vertebradora y casi única fuente de fijación permanente de población en toda la costa de las regiones altamente dependientes de la pesca, como la gallega? Evitar la España vaciada en la costa es apoyar la pesca y a los pescadores; se demuestra en Galicia: resiste menos mal el impacto económico de la pandemia por depender menos de sectores como la querida y añorada hostelería, de la que también nuestros pescadores precisan por ser una parte esencial de su demanda de mercado. Las actuaciones de gobierno deben reforzar el futuro de la pesca, cada día más responsable, y así ser garantes de una actividad que salvaguarda la economía de zonas demográficamente muy sensibles.

Nuestro pescado es la proteína más sostenible, saludable y con menor huella de carbono que se produce por el ser humano, y cada día debe contribuir más sólidamente a alimentar la población mundial. Los esfuerzos de un sector que cada vez busca con más ahínco esa sostenibilidad no pueden ser demolidos con una bola de incomprensión: de sabios es rectificar y estamos seguros que así podrá ser también en este caso.

Edelmiro Ulloa es gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI)

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