La pandemia también impactó en la pesca recreativa. Y lo hizo de forma notable. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) revela que cada pescador deportivo dejó de gastar 500 euros a raíz de las fases más duras de la crisis sanitaria global, es decir, los confinamientos. Con una muestra global de casi 5.000 encuestados, el trabajo liderado por el investigador Pablo Pita estima que “la economía fue muy impactada” al no existir el gasto generado por estos pescadores, un sector que solo en Galicia mueve un negocio aproximado de 100 millones de euros al año.
El estudio fue presentado ayer en las primeras jornadas organizadas por el Grupo de Trabajo en Pesca Marítima Recreativa (GT PMR), una red de ámbito nacional que busca la mejor forma gestionar la pesca recreativa, en especial lo relativo a la recogida de datos. La reunión, vía telemática, estuvo abierta al público y el de Pita era uno de los diez estudios y proyectos presentados. “El objetivo es ver cuáles son las mejores herramientas disponibles para gestionar los datos y que todo tenga un buen final. Queremos crear una hoja de ruta clara para el sector”, apunta el investigador de la USC.
El GT PMR es un proyecto que busca anticiparse a los requerimientos que llegan desde la Comisión Europea a la hora de controlar más el impacto de la pesca recreativa en las especies, que también son objeto de la pesca industrial. Para ello, en el grupo participan la USC (con Pita y Sebastián Villasante a la cabeza), once centros de investigación, seis asociaciones de pescadores, los ministerios de Pesca y Transición Ecológica y los Gobiernos de Galicia, Asturias, Canarias, Cantabria, Cataluña, Murcia y Valencia.
“El objetivo es ver las mejores herramientas disponibles para gestionar los datos”
Las dos siguientes sesiones del grupo de trabajo, que serán solo para sus miembros, servirán para evaluar las “fortalezas y limitaciones” de los métodos para recopilar información sobre la pesca recreativa, tanto a nivel nacional como europeo, así como una revisión de las normativas y regulaciones que afectan a este sector. Tras este taller el GT PMR tiene pensado hacer otro, en septiembre. Una vez finalizado se pondrán en común lo aprendido para lograr un “protocolo a largo plazo”.
Estos avances en la ordenación de la pesca deportiva fueron impulsados por la USC y el propio sector, que en Galicia se puso como objetivo el lograr datos más fiables sobre su actividad, sobre todo en cuanto a licencias y capturas. Se estima que hay entre 60.000 y 70.000 pescadores recreativos que realizan unas capturas de 7.500 toneladas al año en la comunidad.
Marta G. Brea
