Un tribunal de Sudáfrica desestimó ayer la demanda de cuatro ONGs contra la petrolera Shell y permitirá a la empresa seguir realizando exploraciones sísmicas en la costa oriental de este país. El juez Avinash Govindjee, del Tribunal Superior de Makhanda (sur), dijo no haber encontrado motivos para temer “un daño irreparable” si no se detenían “de inmediato” los planes de la empresa anglo-neerlandesa.

“Dada la escasez de información sobre la probabilidad de daños ambientales, el equilibro de conveniencia favorece a Shell”, añadió Govindjee.

Esta semana, cuatro ONG –Greenpeace Africa, Natural Justice, Border Deep Sea Angling Association y Kei Mouth Ski Boat Club– solicitaron a este tribunal la detención de las prospecciones de Shell en la costa sudafricana hasta que no se lleve a cabo un nuevo estudio independiente de sus efectos. Los demandantes, además de mencionar los daños al medioambiente que pueden producir las exploraciones sísmicas, alegaron que no todas las personas que viven en la región afectada fueron informadas de los planes de la compañía petrolera, acusación que Shell rechazó.

Asimismo, representantes de Shell aseguraron a medios locales que harán todo lo posible para prevenir o minimizar los impactos medioambientales en la zona. “Hemos realizado un estudio (de impacto) ambiental en línea con los requisitos regulatorios y hemos obtenido los permisos legales para realizar estas actividades”, dijo una de las portavoces de la empresa, Pam Ntaka. Estas exploraciones sísmicas tendrán lugar entre las localidades de Morgan Bay y Port St Johns (sureste) con el objetivo de encontrar nuevos depósitos de petróleo y gas.

Según señaló Greenpeace en su web, “el uso de ondas sísmicas podría tener un impacto devastador en la salud de la vida marina y, si las búsquedas tienen éxito, las operaciones podrían perturbar potencialmente a las comunidades que dependen del turismo y la pesca”.