La Administración Nacional de Puertos (ANP) de Uruguay acordó con el grupo Christophersen la retirada de unas 1.600 toneladas de chatarra acumulada en el puerto de Montevideo, el principal que utiliza la flota gallega que opera en el Atlántico sudoccidental y que sirve también de puerto de avituallamiento para aquellos que faenan en el Pacífico. Se trata de un total de 20 buques abandonados por sus armadoras.

En concreto se encargará de la actividad la firma Fewell, integrante del grupo Christophersen, que desde comienzos de año ya está llevando a cabo “tareas de remoción y desguace de buques” en la bahía de la capital uruguaya.

El puerto recibió solo en 2020 un total de 121 visitas de barcos de bandera española, todos gallegos. De hecho, la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) está valorando participar en la licitación para hacerse con la concesión del nuevo puerto pesquero que se está construyendo en la zona, llamado Puerto Capurro.