Fuerzas policiales dispersaron pasada la media noche del sábado a un grupo de personas que se concentraron frente a la residencia presidencial e intentaron rebasar la barrera de seguridad del perímetro, en una zona en la que se encuentra la embajada de Estados Unidos, y en el marco de las protestas que exigen la renuncia del mandatario Mario Abdo Benítez.

La Policía Nacional, junto al cuerpo antimotines, respondieron con balines de goma y gases y llevaron a cabo cerca de una decena detenciones, según informaron a los periodistas portavoces policiales.

El grupo se había desplazado a la residencia presidencial en Asunción para pedir la renuncia del presidente después de que se terminara otra manifestación multitudinaria con ese mismo reclamo y denunciado la falta de medicamentos en los hospitales y la gestión gubernamental de la pandemia.

El grupo que se intentó acercar a Mburuvicha Roga, el nombre de la residencia oficial del presidente, había exigido entrevistarse con el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, y al no aparecer intentaron atravesar la barrera perimetral, según dijo a los medios uno de sus lideres. De acuerdo con la policía, los manifestantes lanzaron piedras y petardos en las inmediaciones de la residencia para replegarse después a causa de la intervención de las fuerzas de seguridad.

El incidente se produjo tras la gran manifestación en el centro histórico de la capital, en la que se pidió la salida de Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado. Y un día después de la concentración frente al edificio del Congreso que fue reprimida por la Policía, a lo que siguieron enfrentamientos que dejaron una veintena de heridos.

En el transcurso de la marcha de la tarde del sábado Abdo Benítez anunció en un mensaje televisado la renovación de cuatro de sus ministros, entre ellos el de salud (interino) y educación, "en aras de la pacificación".

"Soy una persona de diálogo, no de confrontación, y mi compromiso es escuchar a todos, tanto a los que aprueban a nuestro Gobierno como a los que no", dijo el mandatario, que acotó que se evaluarán otros cambios en esta semana. Asimismo, el presidente, del conservador Partido Colorado, se comprometió a que el Ministerio de Salud hará todos los esfuerzos para la consecución de insumos en tiempo y forma.

"El mandato será el de hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar a la población la provisión de medicamentos en tiempo oportuno con estricto respeto a los procesos administrativos vigentes", señaló.

La actual situación se originó a principios de esta semana con protestas de enfermeros y de familiares de pacientes de Covid que denunciaban la falta de suministros en la red sanitaria pública, de las más atrasadas de la región. A ello siguió el viernes la renuncia del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, lo que no evitó la protesta de la tarde y noche del sábado.

De acuerdo con su mensaje, los cambios afectan al ministro de Educación, Eduardo Petta, muy criticado por el gremio de docentes y sectores estudiantiles, y a la ministra de la Mujer, Nilda Romero, cuestionada desde que este mes propusiera hacer un reconocimiento al mandatario con motivo de la celebración del Día de la Mujer Paraguaya.

El otro cargo destituido es el jefe de Gabinete de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor, con rango de ministro, que este mes de enero fue interpelado en el Congreso por una reunión mantenida con emisarios de Juan Guaidó, el líder opositor venezolano.

En esa reunión, que fue objeto de críticas al conocerse a través de un medio estadounidense, se trató la reducción de la deuda petrolera de Paraguay con la estatal venezolana, que según Villamayor no llegó a buen puerto ante la falta de garantías de que el tribunal parisino que arbitra el caso validara el acuerdo.

El país sudamericano registra unos 3.200 fallecidos y más de 160.00 casos de coronavirus y un aumento sostenido en las últimas semanas que ha colapsado el sistema de salud.