Las autoridades instauradas por los talibanes en Afganistán tras hacerse con el poder en agosto de 2021 han indicado que el nuevo Ejército contará con un batallón especial de suicidas que estarán encargados de operaciones especiales.

El viceministro de Información y Cultura y portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha señalado que este batallón será parte de las fuerzas especiales y estará bajo órdenes del Ministerio de Defensa, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.

Asimismo, ha señalado que el nuevo Ejército reclutará a mujeres "según las necesidades", después de que el Ministerio de Defensa indicara que trabaja para construir unas Fuerzas Armadas integradas por alrededor de 100.000 militares.

Las autoridades anunciaron en octubre el envío a las fronteras con Tayikistán y China de un batallón de suicidas en la provincia de Badajshán (noreste). Este batallón ha sido bautizado con el nombre Lashkar e Mansuri, Ejército de Mansur, y está formado por los mismos milicianos encargados de organizar atentados suicidas contra las fuerzas de seguridad del anterior gobierno afgano.

Asimismo, en octubre se rindió homenaje a los "mártires" caídos en el marco de la lucha del grupo para volver a hacerse con el poder en Afganistán, un acto sin precedentes al que asistió el ministro del Interior en funciones, Sirajuddin Haqqani, y que incluyó ayudas a las familias de los terroristas suicidas.

Por otra parte, el vice primer ministro de Afganistán, el mulá Abdulghani Baradar, uno de los cofundadores de los talibán, ha negado que existieran planes para asesinar al expresidente Ashraf Ghani tras la toma de Kabul por parte de los insurgentes.

Baradar ha señalado en una entrevista a la cadena de televisión pública afgana RTA que antiguos funcionarios y políticos viven en Kabul y recordó que el líder supremo de los talibán, el mulá Hebatulá Ajundzada, ya anunció una amnistía general que sería aplicable a Ghani.

El propio Ajundzada pidió la semana pasada a los combatientes del grupo que "respeten la amnistía" que decretó tras la toma del poder por parte de los talibán, en medio de las denuncias sobre la ejecución de antiguos funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad en el país.

Ejecuciones y violaciones

Tras la restauración del Emirato Islámico de Afganistán, las autoridades emitieron una amnistía general para todos los miembros del antiguo Gobierno de Ghani, quien huyó del país ante el avance de los talibán hacia la capital, y para los integrantes de las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad.

A pesar de ello, han sido denunciados asesinatos y ejecuciones sumarias de estas personas y varias ONG han publicado informes documentando estos abusos y violaciones, si bien Baradar ha negado que se hayan producido asesinatos o torturas de antiguos miembros de las fuerzas de seguridad.

Por otra parte, ha pedido a la comunidad internacional que libere los fondos bloqueados y que "permita a Afganistán fortalecer el comercio y las relaciones económicas con otros países". "El mundo debe reconocer a los talibanes", ha manifestado el cofundador del grupo.

Las autoridades instauradas por los talibán en Afganistán reclamaron en noviembre en una carta abierta al Congreso de Estados Unidos la retirada de las sanciones y la descongelación de los fondos del Banco Central para poder hacer frente a la crisis humanitaria en el país.

La misiva, firmada por el ministro de Exteriores afgano, Amir Jan Mutaqqi, resalta que "el pueblo afgano, tras lograr seguridad personal después de décadas de guerra, tiene derecho a la seguridad financiera". Sin embargo, West recalcó que su conquista del país por la fuerza les ha negado toda legitimidad hasta que demuestren su capacidad para emprender una transición democrática.