Proyecto de recuperación.

La “Torre de Meira”, que pasa por ser una antigua fortaleza medieval ubicada en la cima de un monte que recibe precisamente el nombre de “A Torre” y desde el que se puede apreciar casi toda la ría de Vigo, volverá a promocionarse para el gran público y lo hará gracias a un proyecto de rehabilitación, señalización y puesta en valor aprobado por el Concello de Moaña. Esta semana la junta de gobierno local contrató los trabajos a la empresa “Árbore Arqueoloxía S. Coop” por un importe de 14.786,20 euros. Hasta 11.200 euros se financian con cargo a una subvención para patrimonio convocada por la Diputación de Pontevedra y el resto lo paga el Concello con fondos propios.

Los trabajos que se acometerán a partir de ahora pretenden volver a excavar las áreas que habían sido estudiadas en el año 1976, ampliando en esta ocasión la intervención sobre el terreno hacia la zona en la que se localizaría la supuesta puerta para acceder a la fortaleza medieval. Después se restauraría y consolidaría la parte conservada del conjunto. Estos trabajos irán acompañados también de una señalización, explicando la importancia del enclave y de su historia, según explica el concejal de Urbanismo e Medio Ambiente, Odilo Barreiro.

La “Torre de Meira” fue una construcción que comprendía apenas unos 96 metros cuadrados, situada en un promontorio de 140 metros de altitud. A Día de hoy se pueden apreciar solo los cimientos, muy alterados. Su ocupación está documentada desde el siglo XV y perteneció a las casas nobiliarias de Meira y Valadares.

Pese a lo que pueda parecer, el derribo de esta torre no se corresponde con un abandono moderno del patrimonio histórico, sino que se remonta a las segundas Guerras Irmandiñas (1467-1469). El señor feudal Pedro Álvarez de Soutomaior, conocido popularmente como “Pedro Madruga”, fue el que ordenó su destrucción hasta la base en el año 1476, según se recoge en Patrimoniogalego.net. Desde que la movilización de los Irmandiños acabase con la torre, nunca más volvió a presidir el perfil de la parroquia de Meira.

El conjunto solo fue excavado desde entonces en 1976, catalogando que se componía de una torre de vigilancia de sección casi cuadrada (5,9x7 metros). Las paredes tenían 1,18 metros de ancho. En su interior se ubicaba un patio de armas rodeado por una muralla y un foso.

En la excavación realizada el siglo pasado se encontró material cerámico, metálico y huesos de valor histórico, que se encuentra depositado en el Museo de Pontevedra.

El monte de A Torre de Meira adquirió fama a nivel nacional en septiembre de 2010, cuando alguien ubicó de forma anónima una silla de madera de gran tamaño que permitía fotografiarse con gran parte del municipio de Moaña y de la ría de fondo. Durante días, miles de personas “peregrinaron” al lugar para fotografiarse con la silla. Poco después se supo que la pieza fue obra de los artistas Xulio Lago y Roberto Brañas. Tras ser retirada, una réplica de la obra acabó en la localidad madrileña de Puebla de la Sierra.

Una restauración de la antigua Torre podrá devolverle la atención a esta zona tan importante en la historia moañesa.

Desde el Concello, Barreiro destaca la “apuesta progresiva por recuperar el patrimonio cultural y etnográfico de todos los moañeses”. En este sentido, recuerda actuaciones ya ejecutadas en los últimos años como la señalización de diversos petroglifos a través de paneles explicativos y códigos QR, la rehabilitación de lavaderos como los de Porta do Sol y O Con, o la señalización de bienes patrimoniales como las iglesias de San Xoán de Tirán y San Martiño, la capilla de Samertolaméu o el dolmen de Chan da Arquiña, en la parte alta de la parroquia de Domaio.