La portada de la excolegiata de Cangas es uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista gallega, realizada en 1585, la última etapa del renacimiento en Galicia. Sin embargo, sufre muchos daños ya irreparables, siendo los más visibles la pérdida de esculturas ornamentales o de parte de las mismas como las cabezas. Otro de estos daños que ya no se pueden reparar es el “efecto de borrado” por la acción de la lluvia y las sales, que borró por ejemplo las facciones de las esculturas. Para atajar este deterioro de lleno e impedir que vaya a más, la Xunta de Galicia a través de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural invertirá cerca de 90.000 euros en un proyecto que está en fase de licitación. Se espera que los trabajos comiencen a finales de verano y se prolonguen durante unos cuatro meses. Se propone actuar sobre las causas de las alteraciones para evitar que el deterioro vaya a más, según explica la restauradora Laura García.

Los estudios realizados desde hace un par de años identifican las sales y la humedad como las principales causas de este deterioro. Se detectaron fallos a corregir como la falta de mortero en las juntas o el mortero de cemento utilizado tanto en la cara exterior de la portada como por la parte interior. Estos morteros suponen unos aportes de sales muy dañinos para la piedra. “Se propone retirar todo el cemento y sustituirlo por un mortero de cal inocuo y libre de sales, idéntico al de la construcción original, que se analizó”.

La creación de microfisuras al cristalizarse las sales es la causa principal de que la fachada de la entrada principal de la iglesia parroquial canguesa sufra problemas como arenizaciones, desplazamientos y embolsados de la piedra, que es lo que se atajará con este proyecto.

La delegada de la Xunta, Marta Fernández-Tapias, recorrió ayer por la mañana el templo para explicar el trabajo que se acometerá. Estuvo acompañada por técnicos y por la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez Insua. Además, en la visita participaron ediles del PP local como el portavoz José Enrique Sotelo y el propio párroco cangués, Severo Lobato.

Los asistentes comprobaron cómo el pavimento del atrio, con losas de granito y juntas de cemento, dificulta la evaporación de aguas del subsuelo, que asciende por las zonas bajas del templo, presentando un estado de conservación muy delicado.

El grueso de la intervención, que está en fase de licitación, se centrará en las alteraciones descritas. Fernández-Tapias resalta la inversión con el objetivo de “poner en valor este bien cultural para que pueda ser empleado como recurso para el desarrollo sostenible y la promoción social y cultural, ayudando a la creación de empleo al tratarse de un atractivo turístico”.

Finalmente se acometerá una desalación de la portada seguida de una limpieza y de una consolidación para evitar que sigan cayendo restos de piedra. Los estudios históricos, artísticos y químicos que desvelaron el mal estado de la portada se acometieron a finales del año 2019.

“La limpieza será manual y con brochas”

La restauradora que se encargó de la redacción del proyecto, Laura García, explica que la limpieza, una vez consolidadas las capas de piedra deterioradas, se realizará “de forma manual y con brochas, para que sea respetuosa y no agrave los daños de la fachada”. Es más, reconoce que no se plantea la retirada de líquenes de la piedra, “porque podría ser contraproducente y causar más daños”, dado el delicado estado del granito. La intervención se acometerá en toda la altura de la portada renacentista, entre los dos contrafuertes de la fachada en la que se ubica la puerta principal desde el atrio. En los análisis químicos para identificar y caracterizar las causas y las formas de la alteración participaron laboratorios de la Universidade de Vigo. El párroco, Severo Lobato, reconoció el deterioro de la portada, cuya intervención “excede con mucho a la parroquia. Es una obra compleja que a nosotros nos supera”.

La delegada de la Xunta indicó, en el interior del templo, que lo fundamental de la inversión pública pasa por “proteger el patrimonio histórico, que es de todos”. La responsable de Patrimonio señala que “los técnicos valoran todas las solicitudes que nos realizan. La restauradora definió el estado precario de la fachada y la necesidad de llevar a cabo una estabilización, por ello vamos a intervenir”.

La clave, para todos los presentes, está en atajar el deterioro “y que no avance más, para seguir conservando una fachada que forma parte del renacimiento gallego y tiene una importancia muy grande”.

Otras actuaciones

La licitación por procedimiento abierto se prolongará durante cuatro meses. Las obras sobre el terreno tendrán un plazo, como mucho, de unos cinco meses.

El ejecutivo gallego suma esta futura actuación a otras en el patrimonio de la provincia como la restauración de la iglesia de Santo Estevo de Negros o la de Santa María de Baiona, que concluyó recientemente tras una inversión de 455.000 euros.

La pila bautismal presenta grietas profundas. | // GONZALO NÚÑEZ

Alerta por el estado de la pila bautismal histórica

Los representantes de la Xunta y del proyecto técnico de la portada aprovecharon la visita para recorrer el interior de la excolegiata, junto al párroco. Éste les expuso el mal estado en el que se encuentra la histórica pila bautismal, con profundas grietas. Solicitó una intervención de Patrimonio para salvar esta joya, toda vez que requiere una gran inversión y la actuación de expertos en restauración. Severo Lobato explicó a las autoridades que la documentación con la que cuentan sitúa esta pila bautismal como uno de los elementos de más antigüedad de todo el conjunto religioso y artístico, remontándose su origen a finales del siglo XV o comienzos del siglo XVI.

Retablo

Otra obra que ya está en marcha en la excolegiata desde comienzos del pasado mes de noviembre es la reparación del retablo del altar mayor. Se encuentra ahora cubierto con una lona que tapa los andamios. El párroco señala que todavía no hay una fecha para el final de los trabajos. La actuación pretende resolver problemas como la carcoma, que afecta al conjunto. Se trata de un retablo del siglo XVIII, de un estilo denominado barroco compostelano.