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Un estresado regreso a las aulas

Un centenar de opositores realizaron en el IES Rodeira las pruebas de Aplicacións Infomáticas

Arriba, aspirantes en una de las aulas del IES Rodeira dispuestos para iniciar el examen; abajo, cola para entrar en el centro escolar. | // FDV

Faltaban muchos minutos para las 16.00 horas y en el entorno del IES de Rodeira, en Cangas, ya se dejaban ver opositores a cubrir plazas en la especialidad de Sistemas de Aplicación Informáticas de Formación Profesional. Tenía fijada la hora del examen a las 16.30 horas pero por las inmediaciones del centro escolar paseaba su tensión los aspirantes, mientras que otros apuraban un café y un cigarro en la terraza del establecimiento hostelero que hay en frente. Era gente de más de treinta y tantos. Algunos curtidos ya en muchas batallas de opositor, muy resistentes a las inclemencias políticas. Venían de todas partes de Galicia y en sus ojeras se denotaba intranquilidad. Habían tenido un año más para estudiar “gracias” al COVID-19, pero también la pandemia había hecho que en estos aspirantes con familias, muchos de ellos, la oposición no fuera la prioridad absoluta Esta última era la opinión de Ana (35 años) , que venía de Santiago de Compostela que estaba convencida de que el examen iba a ser complicado. Lo mismo opinaba Fernando (45), que venía desde Cuntis.

Un estresado regreso a las aulas

Carlos (43 años) y Marcos (46) llegaron a Cangas procedentes de A Estrada. Trabajan en el sector público, pero en otra administración. Reconocen que hubo más tiempo para estudiar el examen, pero que el temario teórico es muy grande. También señalan que se va a quedar sin cubrir todas las plazas de profesor de tecnología, por lo que si de verdad la Xunta quería cubrirlas debería en poner las cosas más fáciles. Además de recordar que se trataba de un concurso oposición.

A los opositores se les impedía entrar con reloj y teléfono móvil. Se les invitaba a que fueran al coche a guardarlos y se les advertía que suponía la expulsión. Debía ser algo que la mayoría de los opositores desconocían porque muchos tuvieron que dar la vuelta.

Después, en las aulas del IES Rodeira, pues mucho estrés, demasiado en algún caso. Gente reacia a las cámaras y pendientes, como en una carrera de fondo, a que el presidente del tribunal diera el pistoletazo de salida.

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