Las obras para eliminar el tramo de concentración de accidentes (TCA) en la carretera PO-551 a su paso por Bueu estarán concluidas a finales de este mes de agosto. El proyecto incluirá un último cambio en la zona de Castrelo, donde se habilitará un cambio de sentido para evitar que los vecinos de la parte alta de Cela puedan realizar un giro a la izquierda para dirigirse a Bueu sin tener que dar un rodeo hasta la glorieta de Lapamán.
La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, visitó la zona esta mañana junto al alcalde de Bueu, Félix Juncal, y la alcaldesa de Marín, María Ramallo, y miembros de la corporación municipal. Los trabajos se extienden desde Lapamán hasta el centro de Bueu, con algunas actuaciones de carácter puntual en Marín. Ethel Vázquez explica que el 90% de la obra ya está ejecutada, una vez que las dos rotondas ya están en funcionamiento y que se pavimentó el firme. También se actuó sobre los pasos de peatones y lo que resta es colocar los semáforos, el equipamiento de los pasos inteligentes, iluminación en las glorietas y señalización.
La conselleira aprovechó para avanzar que se tendrá en cuenta la petición formulada por vecinos de Castrelo, que se quejaban que con la nueva señalización horizontal no podían girar a la izquierda, en dirección a Bueu. Esto les obligaba a dar un rodeo de más de un kilómetro para poder dar la vuelta en la nueva glorieta de Lapamán. Así, con la mediación del Concello de Bueu, se acordó habilitar un cambio de sentido en uno de los cruces.
La titular de Infraestruturas también se refirió a la senda peatonal entre Trasouto y Lapamán. La obra comenzó a finales del mes de mayo, con una inversión de 643.000 euros, y a estas alturas el grado de ejecución de 50%. La previsión es que se concluya a principios de 2022.
