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ACS quiere impulsar un parque eólico con 11 aerogeneradores entre Ardán y Bueu

Vista de A Paralaia y la ría de Vigo desde el Alto do Agudelo, donde se prevé un aerogenerador.

Los rumores sobre un nuevo proyecto de parque eólico en O Morrazo son ciertos. Al menos existe la intención de la empresa ACS de explorar su viabilidad en terrenos entre Marín y Bueu, también muy cerca del límite con el ayuntamiento de Moaña. Representantes de la compañía tuvieron ya una primera toma de contacto con la Comunidade de Montes de Ardán, en Marín, cuya asamblea volverá a reunirse este sábado para valorar la propuesta. Los planes de la compañía, según explican desde la directiva comunal, pasan por colocar hasta once aerogeneradores: cuatro en suelo marinense y el resto en Bueu, desde Cela hasta Ermelo.

De momento el único contacto formal que se ha establecido parece que es con los comuneros de Ardán. Tanto desde Cela como desde Ermelo aseguran que nadie se ha puesto en contacto con ellos. El presidente de la Comunidade de Montes de Ardán, Juan Carlos Pastoriza, explica que un ingeniero de la empresa mantuvo hace menos de dos semanas una reunión con los comuneros para presentar la iniciativa. “En terrenos de Marín quieren colocar cuatro molinos: dos en terreno comunal y otros dos en fincas de propiedad particular”, señala Pastoriza. Las parcelas comunales en las que se han fijado los técnicos están situadas en los lugares de Carballosa y Agudelo, muy cerca del vértice entre Marín, Moaña y Bueu.

La promotora está sondeando a los propietarios de terrenos para conocer su disponibilidad y, a partir de ahí, tramitar ante la Xunta de Galicia el proyecto para su hipotética autorización. Los montes comunales son inalienables (no se pueden vender ni total ni parcialmente), imprescriptibles (nunca pierden su condición) e indivisibles (no se puede repartir su dominio). Lo que ofrece la empresa es un contrato de alquiler por 30 años, prorrogables por otros 30, aunque de momento los comuneros eluden dar detalles sobre la oferta económica. “Eso va a depender de las parcelas afectadas”, alegan.

Cada uno de esos once aerogeneradores afecta a una superficie cercana a una hectárea de terreno, dejando libre un diámetro de unos 150 metros alrededor del molino. En principio se permiten plantaciones de árboles, pero sin superar los 15 metros de altura. El tamaño de estas infraestructuras es más que considerable: más de 100 metros de fuste, a lo que hay que unir las palas. Los técnicos que se desplazaron para reunirse con los comuneros de Ardán señalaron que las instalaciones proyectadas tienen una potencia entre cinco y siete veces mayor que los primeros aerogeneradores colocados.

La directiva de la Comunidade de Montes de Ardán evita pronunciarse sobre el posible resultado de la asamblea de este fin de semana en la Casa da Cultura de la parroquia. “Los técnicos vinieron para explicar el proyecto y ahora la asamblea debe decidir qué hacer”, manifiesta el presidente de los comuneros.

Propietarios de monte privado avanzan que se opondrán al proyecto por su impacto

En la comarca de O Morrazo está constituida desde hace años la Asociación de Propietarios de Monte do Morrazo (APMM), que agrupa a unos 180 vecinos de Bueu y Marín, con una superficie de 100 hectáreas. La directiva aún no tiene constancia oficial del proyecto. “Esta misma semana nos vamos a reunir para preparar una entrevista con Agader y de paso trataremos este tema. La posición del colectivo es contraria a este tipo de instalaciones en nuestro montes”, avanza el presidente, Luciano Guimeráns.

Desde la directiva de la APMM advierten del impacto que supondrían esos once aerogeneradores en los montes de la comarca de O Morrazo. “Es algo tanto a nivel paisajístico, en un espacio privilegiado como este, como el destrozo que se puede ocasionar en el monte”, advierten. A ello también hay que unir el ruido que generarían las palas con el movimiento eólico. No se trata solo de la colocación de cada uno de los once molinos, que afectarán a un espacio de una hectárea [el equivalente a un campo de fútbol], sino también de las vías que es necesario abrir en el monte para el traslado del material y de los componentes. “Supondría un destrozo muy grande porque en estos momentos no existen pistas preparadas para ese tránsito”, señala el presidente de la APMM.

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