El arreglo estructural de A Mosqueira, paralizado otra vez por la inflación y la falta de mano de obra

La obra licitada por Portos de Galicia queda desierta por segunda vez, pese al incremento de la inversión desde 384.000 a 650.900 euros | La falta de interés de las constructoras retrasará la mejora del muelle de bateeiros al menos hasta 2025

Barcos mejilloneros, ayer, abarloados en el muelle de A Mosqueira.

Barcos mejilloneros, ayer, abarloados en el muelle de A Mosqueira. / GONZALO NÚÑEZ

El sector mejillonero de Moaña con su base en el principal muelle del municipio, el de A Mosqueira, seguirá sufriendo, al menos hasta el próximo año, el cierre por precaución de un importante tramo de la cara exterior de la dársena por su deteriorado estado. Y es que el segundo intento de la Consellería do Mar a través de Portos de Galicia para licitar estos trabajos ha vuelto a quedar desierto, según se conoció en la reunió, ayer, de la primera mesa de contratación. En verano del 2023 se había dado a conocer que la primera licitación acabó sin empresas interesadas, sobre todo debido al fuerte incremento del coste de los materiales por la inflación que hacía poco rentable el trabajo. Entonces la Xunta valoraba la obra en 384.291,47 euros, incluyendo el IVA.

Tras incluir un mejor refuerzo de la estructura la segunda tramitación salió a concurso público a mediados del mes de abril por un importe significativamente superior, de hasta 650.900 euros. Sin embargo, tampoco en esta ocasión las constructoras se interesaron. Al problema del coste de materiales se suma también, en esta ocasión, la importante crisis de personal que sufre la construcción y que lleva a los empresarios a decantarse sobre todo por aquellos proyectos con un mayor rendimiento económico.

Esta falta de mano de obra lleva a que en el área de Vigo incluso las reformas de viviendas sufran esperas de casi medio año. Es más, el pasado noviembre el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra (Coatpo) advirtió de que “No hay mano de obra, ni especializada ni no especializada. Hay un montón de constructores que dicen que hasta dentro de un año no pueden iniciar la obra” porque carecen de plantilla. Y eso que el sector de la construcción vive un momento en el que existe una importante carga de trabajo.

Un tramo de la cara exterior está vallado por precaución ante su deterioro

Las obras que no se podrán ejecutar ahora, pese al incremento del precio de licitación con respecto al proyecto original, contemplaban una mejora del refuerzo de la estructura para garantizar su resistencia ante los temporales más fuertes. Los trabajos iban a consistir en la reconstrucción de la longitud del muelle mediante elementos modulares prefabricados de características similares a los existentes en el resto de los vanos. Se mejorará y reforzará preventivamente el resto de la estructura y se instalarán nuevos elementos de defensa para el amarre de buques en todo el muelle.

Por lo tanto, la cara exterior deberá permanecer vallada por precaución. Y es que el muelle de A Mosqueira sufrió la rotura de los faldones laterales de protección de cara al exterior, a lo largo de una longitud aproximada de 30 metros. El efecto del oleaje y las acciones del mar ocasionaron estos daños, por lo que actualmente ese tramo está fuera del uso de esta línea de atraque.

El área vallada por seguridad en la que se aprecian los daños causados por el oleaje.   | // GONZALO NÚÑEZ

El área vallada por seguridad en la que se aprecian los daños causados por el oleaje. / GONZALO NÚÑEZ

Esta reparación sería una segunda fase en la mejora integral del principal muelle de bateeiros moañés que deberá culminar solucionando el histórico problema de falta de espacio que sufre el sector, que lleva años abarloando sus barcos mejilloneros en varias hileras.

La primera fase se ejecutó en el año 2020, con la instalación de un dique de abrigo flotante que, tras superar daños en sus primeros temporales, desde entonces funciona conteniendo el oleaje. Tiene 140 metros de longitud y su inversión ascendió a 560.350 euros más IVA. La reparación tiene un coste similar y sin embargo, cuatro años después, no logra encontrar quién la ejecute.

La tercera fase para solventar la falta de espacio debería comenzar con un dragado en el interior del puerto para después instalar un pantalán flotante en forma de “T” que parta de la mitad de la actual dársena. Se estima que tendría una capacidad para 41 amarres.

Domaio

Paralelamente a la mejora de A Mosqueira que en estos momentos vuelve a quedar paralizada, Portos de Galicia tiene comprometidos también los trabajos de construcción de un abrigo en el muelle de Domaio. Y es que los 18 balandros que tienen su puerto base en esta parroquia deben trasladarse hasta el muelle de San Adrián (Vilaboa) para refugiarse del fuerte oleaje cada vez que un temporal azota O Morrazo. Este año esta situación ocurrió varias veces y las olas incluso dañaron partes del propio muelle.

El sector pidió en varias ocasiones que se aceleren los planes de abrigo en Domaio alertando del elevado coste económico de que sus barcos sufran daños, teniendo en cuenta que el precio de cada mejillonero puede estar por encima de los 300.000 euros.

Suscríbete para seguir leyendo