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Estreno

Vera Valdez, aterradoramente seductora (a los 85)

La que fue supermodelo brasileña, presa torturada, amante de Pompidou y alma de la bohemia parisina protagoniza la película más importante de su carrera: 'La abuela'

Vera Valdez.

Vera Valdez fue musa de Coco Chanel, supermodelo brasileña antes que Gisele Bündchen, portada en 'Vogue', 'Elle' y 'Paris Match'. Mantuvo una estrechísima amistad con Jacques Lacan, fumó opio con Jean Cocteautuvo sexo con el expresidente Georges Pompidou y Louis Malle, entre otros. Fue torturada por los agentes del dictador Humberto Branco, e internada en un manicomio. Y posó desnuda a los 72 años, cuando ya era una de las actrices teatrales más aclamadas de su país. Ahora, a los 85, protagoniza la película más importante de su carrera: 'La abuela', dirigida por Paco Plaza y escrita por Carlos Vermut, y posiblemente la más escalofriante de las películas españolas que llegarán a los cines en 2022.

Aún era una niña cuando dejó Río de Janeiro con destino a una escuela privada en Portugal, de la que fue expulsada por usar pintalabios rojo y vestidos escotados. Ya adolescente se instaló en París con su madre, que había ido a trabajar allí como diplomática, y con solo 15 años empezó a modelar para la diseñadora surrealista Elsa Schiaparelli. Sin siquiera hablar francés pasó a formar parte de la 'troupe' de Christian Dior hasta que en 1954, a los 17, cruzó la puerta de entrada de la casa Chanel. La primera vez que Coco la vio, al parecer, quedó espantada por el abrigo rojo que vestía. La modista odiaba el rojo, y sin embargo todas las colecciones que lanzó a partir de ese momento incluyeron un diseño de ese color. Valdez inmediatamente se incorporó al reducido grupo de modelos que todos los días presentaban los diseños de Chanel a los clientes en el primer piso de la 'rue' Cambon y, poco después, empezó a posar frente a fotógrafos como Richard Avedon, Helmut Newton y Frank Horvat. Seguiría vinculada a la firma hasta que desfiló por última vez para ella en 1970, un año antes de la muerte de Coco. Entonces vestía la talla 36. Hoy también.

De la mano de Chanel, y gracias a su actitud alegre y su sexualidad abierta, durante los 50 y los 60 Valdez participó en los círculos intelectuales y bohemios de París al tiempo que vivía la noche a fondo derrochando poder de seducción y tomando drogas, todas ellas; se cuenta que en una de sus fiestas recaló en casa del actor Christian Marquand y se lo encontró junto a Roger Vadim y Marlon Brando, los tres desnudos, y que trató sin éxito de llevarse a Brando a la cama. Durante una breve estancia en su país conoció a Luis Linhares, con quien estuvo casada –tuvieron una hija juntos, Paula– hasta que el actor la vio posando desnuda en una revista. Su segundo marido fue Pedro de Moraes, hijo del mítico músico Vinícius de Moraes.

En 1965, de nuevo de visita en Brasil en plena dictadura militar, fue detenida en el aeropuerto de Sao Paulo en posesión de una papelina de cocaína y entregada al DOI-CODI, la temible policía política. Ellos la encarcelaron y la torturaron a base de golpes y descargas eléctricas para sonsacarle nombres de comunistas y demás opositores, y posteriormente fue ingresada en un hospital psiquiátrico a causa de sus ataques de pánico y su paranoia galopante. Consiguió salir del país con la ayuda de Malle y de Bernardo Bertolucci y en París, durante un tiempo, subsistió vendiendo periódicos en la calle y comerciando con sus prendas y bolsos de diseño en mercados ambulantes. Volvió a Brasil para instalarse definitivamente y, tras ser amnistiada en 1982,ha permanecido sobre los escenarios.

En la película que ahora estrena, en la piel de una anciana que tras sufrir un derrame cerebral queda a expensas de los cuidados de su nieta, Valdez es la representación misma del pánico causado tanto por el deterioro consustancial a la vejez; en su día una joven de cuerpo esbelto y piel tersa, su personaje es ahora prisionero de un cuerpo y una mente marchitos. 'La abuela', pues, utiliza los mecanismos del cine de terror sobrenatural con el fin de ofrecer argumentos contra la tiranía de la belleza y esa falacia según la que a partir de cierta edad las mujeres quedan obsoletas. En ese sentido, la inclusión de Valdez en su reparto no podría ser más elocuente. Ella va sumando años, pero nunca deja de ser joven.

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