El Pazo Quiñones de León y el parque de Castrelos son propiedad del pueblo vigués gracias a la filantropía de D. Fernando Quiñones de León, Marqués de Alcedo, que sin descendencia, optó por donar sus propiedades en 1924 a condición de que su uso fuese público y se construyesen un museo y un parque.

Años después, el 22 de julio de 1937, en plena Guerra Civil, tenía lugar la inauguración oficial del Pazo de Castrelos como primer museo de la ciudad. En realidad, la apertura estaba prevista para un año antes pero el estallido de contienda fraticida retrasó la inauguración programada por la corporación municipal presidida por Martínez Garrido.

El edificio, junto a sus jardines, constituía y supone un elemento museístico de primer orden ya que mantiene en buena medida su estructura y disposición original.

Se desconoce la fecha de edificacón del pazo, pero su reconstrucción está datada en 1670, tal como consta en el escudo sobre su entrada principal. Se sabe que la edifición ya existía en el s. XVI, aunque se la conocía como Pazo de Lavandeira.

El Museo Quiñones de León se propone colmar una laguna en la oferta museística gallega, con un espacio interpretativo que combina la exhibición de obras originales con la narración de los contextos culturales.

La colección que alberga es hoy en día es uno de los fondos de arte gallega más importantes de la comunidad, y arrancó con depósitos del Prado y del Museo de Arte Moderno de Madrid, así como también con obras donadas y compradas. Con el paso de los años se fueron ampliando sus tesoros, hasta cobijar una sala de arqueología u objetos de especial relevancia en el devenir histórico de la ciudad, como las banderas de la Reconquista.

El acceso al museo es libre y gratuito de martes a domingo. Los horarios se pueden consultar en su web.

En el contorno del pazo destacan los grandiosos jardines que lo rodean, también de entrada libre. Consta de un jardín francés, de disposición geométrica y corte neclásico estructurado sobre dos ejes simétricos; y otro jardín inglés, al estilo de los parques naturales donde los árboles crecen libremente. En ellos crecen desde hace años árboles sin igual, como el camelio "Matusalén", al que se le estiman 150 añosde vida y se cree que fue plantado por orden del Marqués de Loureiro, quien en la década de 1870 fue el gran introductor de esta especie en Galicia.

El pazo, sus jardines, más la enorme zona verde que los rodea constituyen el parque más grande de Vigo con 220.000 m2. Es uno de los pulmones de la ciudad y uno de los lugares preferidos por los vigueses para pasear, tomar el sol, leer, ir de picnic o jugar con los pequeños de la familia.