Galicia perdió por dos décimas las que hubieran sido su quinta y sexta medalla en estos Juegos Olímpicos. El betanceiro Carlos Arévalo y la pontevedresa Antía Jácome finalizaron en quinta posición las finales de K1 200 metros y C1 200 disputados en el Canal del Bosque de Mar de Tokio. Un pequeño palo en el caso de Arévalo y una tremenda alegría en el de la joven Jácome a quien casi nadie esperaba tan cerca de las medallas.

En la misma prueba en la que Teresa Portela sumó el martes la única medalla por ahora de la selección de piragüismo, el gallego estuvo cerca de subirse al podio. Arévalo acabó con un tiempo de 35.391 mientras Liam Heath, medalla de bronce, lo hizo en 35.202. El oro fue para el húngaro Totka que batió por solo cinco centésimas al italiano Rizza. En esa final el español Saúl Craviotto fue séptimo.

Arévalo era la principal esperanza española en esta explosiva prueba. Desde hace más de un año, cuando comenzaron a celebrarse los selectivos organizados por la Federación, siempre demostró estar un par de pasos por delante de sus compañeros Craviotto, Germade, Cooper, Garrote o Toro. El fue quien logró la plaza para España en esta distancia. No era de extrañar que representase una de las más firmes esperanzas de la delegación en estos Juegos. Pero no pudo ser. Su calle tampoco era la más favorable ya que paleaba más cerca del muro del canal, donde existe mayor oleaje. Un detalle que en una prueba tan corta suele ser decisivo.

La mejor noticia del día para Galicia fue el resultado de la pontevedresa Antía Jácome, la última en clasificarse para Tokio, y que en su primera experiencia olímpica demostró por qué es una de las grandes esperanzas del piragüismo español y gallego de cara al futuro. Primero la palista del Ciudad de Pontevedra se clasificó para la final y una vez en ella estuvo a un paso de las medallas. Acabó quinta con un tiempo de 47.226 mientras el bronce se lo quedó la ucraniana Luzan con un trono de 47.034. Un extraordinario resultado para la más joven de la selección española.

Paco Cubelos e Íñigo Peña, sextos

En el K2 1.000,  el talaverano y el guipuzcoano partían con opciones de subir al podio por su condición de actuales subcampeones del mundo, pero han salido un tanto rezagados y su reacción final no les ha valido y han quedado lejos de los metales.

La medalla de oro ha sido para los australianos Jean van der Westhuyzen y Thomas Green, por delante de los alemanes Max Hoff y Jacob Schopf y los checos Josef Dostal y Radek Slouf.