Asier Martínez, único representante español en los 110 metros vallas de los Juegos de Tokio tras la lesión de Orlando Ortega, remató su brillante debut olímpico con una marca de 13.22 -récord personal- y un sexto puesto a solo 12 centésimas de la medalla de bronce.

La medalla de oro fue para el jamaicano Hansle Parchment, que con un crono de 13.04 batió al gran favorito, el estadounidense -campeón mundial- Grant Holloway (13.09) y a otro jamaicano Ronald Levy (13.10).

Por delante del español también terminaron el estadounidense Devon Allen (13.14) y el francés Pascal Martinot-Lagarde (13.16).

Asier salió de tacos en 155 milésimas y, pese a su juventud e inexperiencia, siempre estuvo en la pelea por los puestos de honor. Por segunda vez en estos Juegos rebajaba su marca personal. Llegó con 13.31 y se va con 13.22.

Dirigido por François Beoringyan, antiguo saltador de altura nacido en Chad y residente en Pamplona desde hace 19 años, este atleta navarro de 1,90 de estatura y 78 kilos de peso no ha dejado de arrojar felices sorpresas desde que llegó a Tokio.

Hansle Parchment, Grant Holloway y Ronald Levy, el pido de los 110 metros vallas. Reuters

El atletismo español experimentó un duro golpe la misma víspera de las series de 110 metros vallas al conocerse la baja por lesión del subcampeón olímpico, Orlando Ortega, pero Asier, de 21 años, se ha encargado de regalar consuelo a manos llenas.

Sobrevivir a la primera criba (ganando su serie con 13.32) ya fue un gran éxito para él. Clasificarse para la final con 13.27, batiéndose en pie de igualdad con los mejores del mundo, ya superó cualquier expectativa.

El extraordinario rendimiento de Asier en los Juegos son el colofón a una gran temporada que comenzó con un cuarto puesto en los Europeos de Torun (Polonia), en su debut con la selección absoluta; continuó con una victoria en el Europeo de Naciones de Chorzow (Polonia); y luego el segundo puesto en el campeonato de España, a una sola centésima de Orlando Ortega, con 13.21. 

"En una nube"

Tras la final, Martínez confesó que estaba "en una nube" y que no terminaba de creérselo. "Feliz, no tengo palabras, estoy en una nube, no me lo creo, no soy consciente ni de donde estoy, y mucho menos del resultado", acertó a comentar tras la carrera, en la que volvió a batir su marca personal con 13.22 segundos.

"Veníamos buscando la marca, sin reparar mucho en donde pudiéramos estar con ella, pero bueno, lo hemos conseguido, hemos sacado lo que llevábamos en las piernas y eso me ha llevado donde me ha llevado. Más que feliz y eternamente agradecido", dijo.